El enero seco encuentra cada vez más seguidores, año tras año. Según una reciente encuesta de Ifop, casi una cuarta parte de los franceses se sentían dispuestos a no beber una gota de alcohol en enero de 2025. Una tendencia que no agrada a Claude Avril, alcalde de Châteauneuf-du-Pape, en Vaucluse.
“Lo encuentro insultante”, lamentó ante nuestros compañeros aquí. “No confía en nuestro espíritu de responsabilidad. Da la idea de que la gente se emborrachará con vino, beberá botellas todo el día sin ser capaz de moderación. Es infantilizar”, afirmó el alcalde de este pueblo conocido por sus vinos.
Hijo y hermano de un enólogo, el elegido cree que el enero seco no ayuda al sector, en dificultades. “Estamos sólo en el principio del fin del consumo regular de vino, por lo que creo que, francamente, no necesitamos añadir más”, afirmó Claude Avril. En Vaucluse, la viticultura representa la mitad de la economía agrícola del departamento, recuerdan los medios locales.
El movimiento Enero Seco se lanzó en 2013 en el Reino Unido. Las instrucciones para los participantes son sencillas: no beber ni una sola gota de alcohol durante todo el mes de enero. Diez millones de franceses participarán en el juego en 2024.