Seguramente muchos habitantes de Tours han visto no hace mucho su hermosa sonrisa en la parte trasera de los autobuses urbanos, en un conocido anuncio de una residencia para personas mayores. Durante veinte años, Juliette Niquet trabajó como extras en series y películas rodadas en la región.
Instalada en su acogedor interior, la alegre octogenaria, madre de cuatro hijos, abuela y bisabuela, recuerda su llegada a Joué-lès-Tours en 1979, en el barrio de Morier, donde siguió frecuentando el centro social y hasta el día de hoy. . A finales de 2024 recuerda todas las anécdotas que acompañaron su recorrido como extra.
Películas, series, películas para televisión… Se ha codeado con grandes nombres.
“Casi siempre nos piden que vengamos con una maleta y nuestra propia ropa. en la pelicula El regresado (2004) de Robin Campillo, yo era un fantasma y, al salir del cementerio de Montlouis, alguien vino a decirme que mis tirantes transparentes y brillantes no eran los adecuados”ella se ríe.
Para una película alemana, “Estábamos esperando que llegara el Papa en un papamóvil frente a la catedral. Y ahí sacamos el outfit dominical. Por otro lado, comimos lo peor: ¡sándwiches y compañía! » Por el contrario, el rodaje de la serie. Beber y decepciones le deja el recuerdo del mejor almuerzo ofrecido a “actores complementarios” (su nuevo nombre).
Conoció a Pierre Arditi para La sangre de la vid : “Es un poco engreído, hombre guapo, pero el único que me dio una foto firmada”. comparte Juliette Niquet, quien también menciona otras películas o series famosas en las que apareció: ” En El caso CourjaultFilmamos durante una semana en el juzgado. Yo era la madre de Jean-Louis Courjault. No salimos ilesos de un momento como este. »
Y, en el mismo lugar, Ley de Alejandro con Gérard Jugnot, junto a quien “Me toman en primer plano. ¡Él es muy agradable! » pasando por ausentismo escolar con Valérie Karsenti, en Blois (Loir-et-Cher). “ Estaba vestida a la moda del siglo XX y realmente parecía abuela”. ella bromea.
Y tantos otros extras que le dejan, para los mejores recuerdos, el ambiente entre extras, el placer de encontrarse con años de diferencia en el mismo plató, de reír, de conocer actores… “Y ahora entiendo que las películas siempre empiezan por el final. Si alguien me vuelve a llamar, ¡no diré que no al papel de abuela! »concluye Juliette Niquet.