En Austria, la extrema derecha avanza hacia el poder

Hasta hace cinco días, Herbert Kickl era un paria dentro del sistema político austriaco. Era el hombre con el que los partidos tradicionales se negaban a discutir, y más aún a aliarse. En un fin de semana, la situación cambió y el líder del partido de extrema derecha FPÖ, vencedor de las elecciones legislativas del 29 de septiembre, pasó del estatus de indeseable al de garante de la estabilidad democrática del país.

Fue el propio presidente de la República, Alexander Van der Bellen, quien formalizó el lunes este proceso de rehabilitación encomendando al líder identitario la realización de consultas con vistas a formar una nueva mayoría gubernamental. El intento anterior, que reunió a conservadores, socialdemócratas y liberales, fracasó el viernes tras tres meses de negociaciones. Si lleva a cabo su tarea con éxito, Herbert Kickl podría convertirse en el primer canciller de extrema derecha en la historia del país desde el otoño…