Un restaurante también puede restaurar, en el sentido de reparar, a los humanos dándoles una nueva oportunidad. En Bélgica existen muchos lugares como este restaurante social, donde la solidaridad sigue siendo una palabra clave. Allí formamos a adultos de todos los rincones del mundo para que trabajen juntos, utilicen gestos sencillos y se reestructuren. En Les Uns et les Autres preparamos comidas para quien quiera, todo el mundo es bienvenido.
En este caso, nos abastecemos localmente, pero también del banco de alimentos o del intercambio de donaciones. Nada de creaciones gastronómicas complicadas, nos formamos en el oficio más antiguo del mundo. El servicio es amable, a veces torpe, pero siempre imbuido de ganas de hacerlo bien. En la cocina, lo mantenemos simple e inculcamos una cultura común en los alumnos. ¡Y funciona! ¡Qué ambiente, qué calidez! Sólo por eso volveré. Comí un bacalao que estaba perfectamente cocido y sazonado correctamente.
Un entrante, un plato principal, un postre, una bebida por unos quince euros. No veo competencia desleal para el sector, sino más bien una reserva de talento. En este extraño mundo, la fuerza de voluntad sirve como diploma mucho más a menudo que todos los papeles del mundo.
Rue du Comte de Flandre 13, 1080 Molenbeek-Saint-Jean. 02/410.09.60. www.lesunsetlesautre.be
