Un destacado opositor del primer ministro Narendra Modi fue liberado bajo fianza en India el viernes después de pasar meses tras las rejas por cargos de corrupción.
El primer ministro de la capital Delhi, es decir jefe del ejecutivo local, Arvind Kejriwal, de 56 años, fue arrestado en marzo, en plena campaña para las elecciones generales, en el marco de una investigación abierta por sospechas de sobornos recibidos por su partido.
Es uno de los varios líderes de la oposición que enfrentan investigación o cargos criminales.
En el momento de su arresto, uno de sus aliados había denunciado una “conspiración política” orquestada por el gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP).
Dos jueces de la Corte Suprema ordenaron su liberación bajo fianza, argumentando que la detención de Arvind Kejriwal era legal pero que debía ser suspendida. “El encarcelamiento prolongado equivale a una privación injusta de la libertad”, argumentó el juez Surya Kant.
El opositor abandonó su prisión de Nueva Delhi el viernes por la noche, aplaudido por cientos de partidarios.
“Querían quebrarme enviándome a prisión (…) mi determinación es más fuerte que nunca”, dijo a la multitud, “Dios está conmigo”.
Su liberación estuvo acompañada de una fianza de un millón de rupias (10.750 euros), así como de la prohibición de hablar públicamente sobre su caso, acudir a su despacho y firmar documentos oficiales.
El Tribunal Supremo ya había concedido al señor Kejriwal la libertad bajo fianza durante unas semanas para que hiciera campaña para las elecciones generales. Sin embargo, se le ordenó regresar a su celda el 1 de junio, antes del último día de las elecciones.
– Decadencia de las libertades –
Su administración ha sido acusada de corrupción en la concesión de licencias de venta de alcohol a empresas privadas en la capital hace tres años, socavando el monopolio del Estado en el sector.
La política fue abandonada posteriormente, pero la investigación implicó a dos aliados del primer ministro.
En muchas ciudades importantes de la India se celebraron manifestaciones en apoyo del Sr. Kejriwal, que siempre ha negado haber actuado mal y se negó a renunciar a su cargo después de su arresto.
Se había negado a responder a varias citaciones de la agencia de delitos financieros de la India.
Los opositores políticos de Modi, en el poder desde 2014, y las ONG llevan años denunciando el deterioro de las libertades fundamentales en el país más poblado del planeta.
El grupo de expertos estadounidense Freedom House informó este año que el partido ultranacionalista hindú gobernante había “utilizado cada vez más las instituciones gubernamentales para atacar a sus oponentes políticos”.
Heredero de la dinastía política homónima que gobernó el país durante décadas, Rahul Gandhi, de 54 años, líder del opositor partido del Congreso, fue condenado en 2023 a dos años de prisión por difamar a un miembro del BJP.
Su condena lo despojó de su escaño en el Parlamento hasta que un tribunal lo suspendió.
Arvind Kejriwal y Rahul Gandhi forman parte de una coalición opositora que impidió que el BJP de Modi, de 73 años, recuperara una mayoría absoluta en las elecciones de junio pasado.
Este revés le obligó a formar un gobierno de coalición.
Durante su década en el poder, Modi promovió agresivamente la fe hindú, mayoritaria en el país, lo que generó preocupación entre las minorías, incluida la comunidad musulmana de más de 200 millones de personas.
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