yoEl balance es alto. Desde julio, las lluvias torrenciales han caído en toda la región de África occidental y central. Las precipitaciones registradas en la franja del Sahel y, localmente, en el norte de los países del Golfo de Guinea (Chad, Níger, Mauritania, Malí, el norte de Nigeria, el sur de Guinea, el norte de Costa de Marfil y el noreste de Ghana) fueron entre un 120% y un 600% superiores a las medias del período 1991-2020, según una nota publicada por el Sistema Integrado de Información Agrícola Regional (Agrhymet) de la CEDEAO.
En Chad, las inundaciones que afectaron a casi todo el país han causado al menos 340 muertos y casi 1,5 millones de personas sin hogar, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Chad. Los daños son considerables: casi 160.000 viviendas han sido destruidas, 250.000 hectáreas de cultivos inundadas y más de 60.000 cabezas de ganado perdidas. Estas catástrofes se producen en el período más complicado, la temporada de carestía, cuando las familias de agricultores viven de sus reservas a la espera de las próximas cosechas. La OCHA se muestra preocupada y recuerda que el país debe hacer frente a la inseguridad alimentaria, ya que casi 3,4 millones de personas se enfrentan al hambre aguda durante esta temporada de carestía.
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Desplazamiento de población
Desde junio, las lluvias torrenciales en Níger han dejado al menos 273 muertos y 700.000 personas sin hogar, según cifras publicadas a principios de septiembre. […] Leer más
