Más de 30 cetáceos fueron encontrados muertos tras el hundimiento de dos petroleros en el Mar Negro a mediados de diciembre, anunció el domingo una ONG especializada con sede en Sochi, en el suroeste de Rusia.
El 15 de diciembre, dos petroleros rusos, el Volgoneft-212 y el Volgoneft-239, encallaron durante una tormenta en el estrecho de Kerch, entre Rusia y la península ucraniana de Crimea, anexada por Moscú en 2014. Estos barcos transportaban 9.200 toneladas de fueloil. , del cual alrededor del 40% puede haberse derramado al mar.
“Hemos registrado 61 cetáceos muertos, entre ellos 32 individuos después del 15 de diciembre, cuya muerte probablemente esté relacionada con el derrame de petróleo”, lamentó la ONG rusa “Delpha” en Telegram, refiriéndose a una cifra “alta” y “atípica”. .
“Casi todos los días recibimos información sobre nuevas muertes”, prosigue esta organización especializada en el rescate de delfines y otros cetáceos en las costas rusas en el Mar Negro y su rehabilitación.
Según la ONG, que “las víctimas son principalmente marsopas”, “a juzgar por el estado de los cadáveres, es muy probable que la mayoría de estos cetáceos murieran durante los diez primeros días que siguieron a la catástrofe”. “La contaminación (del agua por el combustible derramado) es significativa”, advirtió.
Preocupación, a pesar de las operaciones de limpieza
Desde hace unas tres semanas, autoridades y voluntarios organizan una operación de limpieza a gran escala, pero la situación sigue siendo preocupante.
Se han retirado más de 96.000 toneladas de arena contaminada de decenas de kilómetros de playas de la costa rusa, pero en total unas 200.000 toneladas de suelo podrían haber resultado afectadas, según las autoridades rusas. “Se han limpiado más de 68 kilómetros de costa”, dijo el domingo el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.
En otro comunicado publicado el domingo, el ministerio, citado por la agencia estatal TASS, anunció el descubrimiento de dos nuevas mareas negras, frente a la costa de la ciudad balnearia de Anapa y otra en la bahía de Kapsel, en Crimea anexada. En esta segunda zona citada, “la contaminación se extiende a más de dos kilómetros”, dijo TASS.
Según las autoridades, los esfuerzos de limpieza se ven complicados por el hecho de que el tipo de petróleo derramado, el fueloil pesado grado M100, no flota en la superficie del agua sino que se hunde en las profundidades.
ats/furr