Miles de personas se manifestaron en Málaga para denunciar el sobreturismo del que son víctimas. Actualmente, la provincia cuenta con el mayor número de alojamientos turísticos. Consecuencia: a los lugareños les resulta cada vez más difícil encontrar vivienda.
“Málaga para vivir, no para sobrevivir“. Eran más de cinco mil personas expresando su hartazgo en las calles. Los habitantes de Málaga están invadidos por turistas, hasta el punto de que el precio del alquiler se está disparando.
“La ciudad se ha convertido en un parque de atracciones imprescindible en el que los precios se han vuelto desorbitados y los alojamientos turísticos han sustituido al alojamiento ordinario.“, dice Quique España, un residente.
Con la llegada diaria de miles de viajeros a las playas andaluzas, las calles ahora están saturadas de gente y los precios inmobiliarios se disparan. Paul, un belga afincado en Málaga desde hace 11 años, testifica: “Alquilando dos meses en Airbnb, son doce meses de alquiler para una joven pareja española. Ya no encuentran alojamiento“.
Tras el llamamiento de una cincuentena de asociaciones locales, muchos españoles se reunieron ayer para expresar su desesperación. Julia Sarabia está jubilada y se encuentra en una situación precaria: “Estoy en una casa de acogida porque no puedo alquilar una casa para vivir.“.
En España están aumentando los movimientos hostiles al sobreturismo. Este enfado va creciendo poco a poco en uno de los países más turísticos del mundo.
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