Los cirujanos estadounidenses realizaron un trasplante de riñón durante el cual el paciente permaneció despierto. Este último pudo regresar a su casa al día siguiente. Esta primicia mundial podría mejorar el acceso a este tipo de trasplante para pacientes para quienes la anestesia general está en riesgo, al tiempo que reduciría la duración de la estadía de todos los pacientes trasplantados.
Más allá de la destreza técnica, este trasplante de riñón tratado de forma ambulatoria podría mejorar el acceso a este tipo de trasplantes para pacientes que hasta ahora no han tenido solución. También reduce significativamente la duración de la hospitalización.
El mejor amigo de Nicholas le dona un riñón
A la edad de 16 años, Nicholas comenzó a tener problemas renales después de que años antes le diagnosticaran la enfermedad de Crohn. La inflamación en sus riñones causó daños, aunque nunca se encontró la causa raíz. Después de mudarse a Chicago a principios de 2022, su función renal disminuyó y quedó claro que necesitaría un trasplante de riñón.
Se dirige a su grupo de amigos que conoce desde la escuela primaria, y su mejor amigo, Pat Wise, de 29 años, que trabaja para una agencia de salud pública, no duda: “Estaba en mi cocina tratando de preparar la cena y John envió un mensaje que decía: “Mi médico dice que es hora de que empiece a buscar donantes de riñón”. Miré mi teléfono y, sin dudarlo, llené el formulario esa noche. John es un buen amigo y. Al menos tenía que explorar el potencial de ser su donante. Wise fue declarado compatible y viajó a Chicago, donde los cirujanos le extirparon uno de sus riñones y lo trasplantaron a la casa de Nicholas en un procedimiento único.
Nicholas no tenía riesgos ni fobias a la anestesia general, pero era un excelente candidato para el procedimiento debido a su edad, factores de riesgo limitados y su deseo de participar en una primicia médica para Northwest Medicine.
El 24 de mayo en el Northwestern Memorial Hospital, el Dr. Nadig, cirujano de trasplantes y Vicente García Tomás, anestesiólogo realizaron la operación que duró menos de dos horas. La paciente recibió un tipo de anestesia similar a la que se usa durante una cesárea. “En el quirófano fue una experiencia increíble poder mostrarle a un paciente cómo era su nuevo riñón antes de colocarlo en el cuerpo” comentó el cirujano.
