En dos décadas, el presupuesto dedicado a la educación tradicional en Marruecos ha experimentado un aumento notable, pasando de 3 millones de dírhams en 2004 a 323 millones de dírhams en 2024. Un aumento de más de 107.
Bajo los auspicios de la Ley 13.01, la educación tradicional es ahora parte de una dinámica de reforma dirigida a modernizar su infraestructura, métodos y supervisión. Esta estrategia incluye la creación de 25 establecimientos modelo, por una inversión total de 577 millones de dírhams, así como la renovación y equipamiento de varias instituciones por un importe adicional de 46 millones de dírhams.
El Ministro de Habbus y Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq, subrayó la importancia de dotar a estas instituciones de equipamientos modernos, al tiempo que se refuerzan los internados con una inversión de 95 millones de dírhams, para garantizar un entorno propicio al aprendizaje y a la transmisión de conocimientos.
El auge de la educación tradicional va acompañado de políticas sociales ambiciosas. Las becas y primas asignadas a estudiantes y personal educativo pasaron de 16,9 millones de dírhams en 2004 a 250 millones en 2024. Este esfuerzo tiene como objetivo fomentar la escolarización, especialmente en las zonas rurales, y aliviar las disparidades sociales, haciendo que esta educación sea accesible a un mayor número de personas. niños.
Perspectivas para 2025: consolidación e innovación
El proyecto de Ley de Finanzas 2025 anuncia un aumento del 9,08% en las asignaciones del ministerio, hasta 6,68 mil millones de dírhams. Una parte importante de esta dotación se destina a reforzar el programa de formación de imanes, con una asignación de 109,5 millones de dírhams para formar a los 48.000 imanes marroquíes.
Este programa incluye formación en habilidades religiosas, jurídicas y sociales, impartida por 1.447 becarios, con el objetivo de consolidar su papel en la transmisión de valores espirituales y sociales.
La reforma en curso no se limita a las políticas sociales y de infraestructura. También integra la modernización de las prácticas administrativas, la formación de ejecutivos y la estandarización de los métodos de gestión. El Instituto Mohammed VI para la Formación de Imames, actor clave en esta transformación, forma a 150 imanes y 100 morchidates cada año, promoviendo un enfoque inclusivo y sostenible.