Las personas sin hogar en Trois-Rivières tienen una puerta más a la que llamar en busca de apoyo. Discretamente, la comunidad franciscana del bulevar de Saint-Maurice ha tomado medidas para afrontar el fenómeno, en particular con la distribución de cantidades limitadas de vales de comida.
Al inicio de cada mes, el mismo cartel encuentra su lugar en la puerta de la comunidad franciscana, podemos leer que La ayuda alimentaria se suspende temporalmente.
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Es durante la segunda mitad del mes cuando se distribuye la ayuda alimentaria, los franciscanos ofrecen 12 certificados de compra por valor de 25 dólares cada uno, canjeables en la tienda de alimentación vecina, el Super C. En octubre, son 24 certificados que se entregaron, debido a la alta demanda.
Cada mes, una veintena de personas sin hogar acuden a los franciscanos en busca de ayuda. El fenómeno es tal que se ha designado un padre especialmente para cuidarlo.
Quienes expresan su deseo son invitados a entrar y charlar durante una media de diez minutos.
No soy distribuidor de tarjetas Super C, soy un hermano de la casa, aquí, que acoge a una persona.
explica el padre Michel Boyer, responsable de la acogida de las personas sin hogar.
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El padre Michel Boyer señala que, además de la inseguridad financiera, han aumentado las angustias humanas.
Foto : Radio-Canadá / Martin Chabot
Antes de los cupones de comestibles, las personas religiosas a veces podían ofrecer dinero. Sin embargo, las organizaciones que ayudan a las personas sin hogar les han desaconsejado hacerlo.
El padre Boyer dice que recuerda a las personas que se benefician de los vales que los utilicen para comer, porque nada en el certificado prohíbe comprar nada más que alimentos.
La comunidad franciscana es la única que tiene un escaparate en pleno epicentro del fenómeno de las personas sin hogar. Cuidar de los pobres es parte de su misión.
Saint-François-d’Assise estaba cerca de los pobres, de los dañados, de los heridos por la vida. Es parte de nuestro ADN.
asegura el padre Boyer.
En general, los intercambios transcurren bien, sin agresiones. A pesar de todo, la seguridad sigue siendo un problema.
Hace unos días, el monasterio fue objeto de actos vandálicos. La comunidad indica que el presunto responsable ha sido detenido. Sería una persona itinerante. Según los informes, fue captado por una cámara de vigilancia en el interior.
También se consideró ofrecer alojamiento a itinerantes, dadas las dimensiones del monasterio. Debido a la falta de recursos humanos y materiales de la comunidad, esto es imposible.