Un desafío para la financiación pública.

Un desafío para la financiación pública.
Un desafío para la financiación pública.
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Al igual que el resto de la UE, Francia se enfrenta actualmente a un déficit de inversión con respecto a sus objetivos climáticos. En un informe elaborado en el marco del proyecto “Panorama de la financiación climática”, el Instituto de Economía del Clima (I4CE) afirma que Francia tendrá que aumentar considerablemente sus inversiones actuales si quiere alcanzar sus objetivos climáticos en el futuro. Horizonte 2030. ¡Un verdadero desafío para las finanzas públicas!

Recordemos que Francia pretende alcanzar, de aquí a 2030, una reducción del 55 % de sus emisiones de CO.2 en comparación con 1990. Para lograrlo, tendrá que aumentar su nivel de inversión, hasta 206 mil millones de euros anuales en 2030, frente a 94 mil millones en 2022.

Sin embargo, para las autoridades públicas, financiar inversiones climáticas es cada vez más difícil de asumir. Porque, aunque la mayoría de las inversiones las realizan los hogares y las empresas, las autoridades públicas siguen financiando un tercio de las inversiones climáticas.

El estudio del I4CE destaca así que “ Ante el déficit de inversión climática y sin medidas para controlar el gasto, las necesidades de gasto público adicional alcanzarían los 71 mil millones de euros en 2030”.

El I4CE, sin embargo, ofrece soluciones para reducir esta cifra a 39.000 millones de euros, trasladando una parte importante de los esfuerzos a los hogares y las empresas.

¿Cómo movilizar la inversión privada?

Lamentablemente, movilizar la inversión privada a favor del clima no es algo que se pueda decretar. Y a este respecto, el informe del I4CE es muy claro: si las inversiones privadas siguen siendo insuficientes para alcanzar los objetivos, es responsabilidad de los poderes públicos hacerse cargo del déficit de inversiones. Por lo tanto, el Estado no tiene otra opción que implementar medidas adecuadas para reducir la puntuación, y hay que decir que el problema es particularmente complejo.

De este modo, el estudio ofrece vías de financiación, sector por sector. Sin entrar en detalles, destacamos:

  • una reorientación de la ayuda hacia los más modestos;
  • una eliminación de ventajas fiscales a favor de los combustibles fósiles;
  • un aumento de las obligaciones de ahorro de energía en el marco de las CEE[1] ;
  • un aumento de los precios de los servicios prestados a los usuarios;
  • fortalecer las regulaciones.

¡Un desafío para Francia, pero también para toda Europa!

Pero Francia no es el único país que sufre un déficit de inversión climática. El pasado mes de marzo, el I4CE ya señaló este problema a nivel de la UE, con motivo del quinto aniversario del Pacto Verde. Según el I4CE, actualmente faltan más de 400 mil millones por año para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones netas de GEI en un 55%, ¡o la mitad de los 800 mil millones anuales necesarios!

Esta duplicación anunciada requerirá, por tanto, una intensificación de los esfuerzos por parte de los Estados miembros de la UE y no sólo en términos de inversiones públicas (construcción, transporte, redes, etc.). De hecho, según el I4CE, los bancos europeos tendrán un papel central que desempeñar, centrándose realmente en financiar las medidas de transición de sus clientes, especialmente los industriales. Para ello, los Estados tendrán que implementar las regulaciones necesarias para alentar al sector financiero a avanzar en esta dirección.

Palancas fiscales y financieras: el quid de la cuestión

De manera más general, la cuestión de la financiación climática también se hace eco de la financiación, a escala global, de acciones a favor de la economía circular, un tema que abordamos el año pasado.

Como recordatorio, en su informe sobre el estado de las finanzas para la naturaleza de 2022, la ONU estimó que sería necesario, de aquí a 2030, triplicar el importe de las inversiones a escala mundial a favor de la transición verde, si queremos limitar el impacto. del cambio climático a +1,5°C.


[1] Certificados de ahorro energético

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