El 10 de octubre se cumplirán 10 años desde que se lanzó la Operación “Manos Limpias” que sumió al fútbol belga en el caos. Unas cincuenta personas, entre agentes de jugadores, directivos, entrenadores y árbitros, estaban en la mira de la fiscalía federal en este caso.
En el centro de este extraordinario asunto hay un hombre: Dejan Veljkovic. El agente serbio caído, que aceptó revelarlo todo a cambio de una sentencia suspendida de cinco años, se convirtió en el primer arrepentido en la historia judicial belga. Si los tribunales aún no han dictado sentencia en el marco de la Operación Manos Limpias, la Inspección Fiscal Especial (BBI) ya ha hecho su trabajo y las sumas de dinero en juego son colosales.
En particular, las declaraciones de Veljkovic constituyen una valiosa fuente de información para el BBI a este respecto. Según un estudio realizado por HLN, el fútbol belga tendrá que pagar a Hacienda al menos 121 millones de euros en impuestos adicionales, aumentos de impuestos y multas. Por razones de confidencialidad, la BBI no ha revelado los nombres de las partes implicadas en el fútbol ni las cantidades que deben pagar. Sólo el club de fútbol de Malinas ha comunicado oficialmente que ha llegado a un acuerdo con las autoridades fiscales.
Según HLN, al menos otros cinco clubes profesionales han decidido llegar a un acuerdo con las autoridades fiscales después de años de negociaciones. Acuerdan reembolsar una cantidad que se haría de una sola vez o mediante un plan de pago escalonado.
