A pesar de la situación crítica, la demanda exterior de productos marroquíes está aumentando. Este es el caso de España, cuyas importaciones desde Marruecos varían año tras año, especialmente en el caso de productos del sector primario.
El comercio entre Marruecos y España nunca ha sido tan próspero, especialmente en la Península Ibérica. De hecho, las últimas estadísticas indican que las importaciones procedentes de Marruecos en julio aumentaron marcadamente.
Fuerte crecimiento
España habría incrementado su gasto en importaciones un 16% en julio respecto al mismo mes del año pasado, para un volumen de compras que ascendió hasta los 36.483 millones de euros, según datos publicados por el Ministerio de Economía y Comercio. Ciertamente, los gastos son mayores, pero, al mismo tiempo, la cantidad de bienes adquiridos es menos significativa, cayendo un 20% durante los primeros siete meses del año.
Sin embargo, el aumento del gasto en importaciones desde Marruecos por parte de España se explica en gran medida por el precio del petróleo, cuyas importaciones se estiman en 506 millones de euros en julio, un aumento de casi el 48 % respecto al año anterior.
En la misma línea, a esta abultada factura también contribuyeron los precios especialmente elevados de diferentes tipos de aceites y aceites esenciales, ya que las importaciones aumentaron un 35% hasta situarse en 503 millones de euros. La variación del volumen de las importaciones también se observó a nivel de máquinas y aparatos mecánicos con un ligero aumento (3.333 millones de euros), materiales para la industria manufacturera (9,8% con 1.355 millones de euros), acero (12,60% con 1.160 millones de euros). ), prendas de vestir de punto (3,71%) y no punto (4,62%), productos químicos (26,43% por 507 millones de euros) y papel y cartón (17,93% por 421 millones de euros).
En la misma línea, la demanda de productos primarios ha experimentado un fuerte crecimiento. Las cifras oficiales muestran que las importaciones de pescado aumentaron un 14,63% en un año por un valor de alrededor de 619 millones de euros. En cereales, España recibió 426 millones de euros, un aumento del 6,77%. En cuanto a frutas, Marruecos exportó un volumen equivalente a 339 millones de euros, lo que supone un aumento del 11,15%.
Además, la importación de vehículos por valor de 3.685 millones de euros registró una caída del 25% durante el mismo período. Misma tendencia para los productos farmacéuticos que se facturaron por 1.873 millones de euros, con un descenso de casi el 4%.
Pesticidas, tema de controversia
Sin embargo, cabe señalar que el aumento de las importaciones de productos del sector primario ha suscitado desde principios de año polémica entre los agricultores españoles, que habían levantado protestas contra los productos marroquíes, bajo el pretexto del alto contenido de pesticidas. El caso es que los agricultores denunciaron todos los productos que provienen de países fuera de la Unión Europea y principalmente de África.
Para ellos, los pesticidas utilizados siguen prohibidos en el territorio comunitario. Denuncias que se basaron en resultados de análisis. Por ejemplo, los análisis revelaron que las aceitunas y el arroz de Marruecos contenían el pesticida clorpirifos en una proporción de 0,067 mg/gk-ppm, mientras que el límite máximo de residuos (LMR) establecido por la Unión Europea es de 0,01 mg/kg, por lo que los productos contendrían hasta casi 7 veces más cantidad de sustancia de lo permitido por las autoridades europeas.
Además, una conclusión respaldada por otros análisis realizados sobre productos marroquíes, que confirman la presencia de un alto contenido en pesticidas. Por parte de los productores marroquíes, los exportadores siempre han afirmado que están obligados a cumplir las especificaciones impuestas por los países de la UE para que sus productos lleguen al mercado europeo. Muchos de ellos realizan autocontroles antes de enviar sus mercancías.
Como recordatorio, el Parlamento Europeo ha vetado recientemente la importación de alimentos que contienen residuos de pesticidas prohibidos en la UE. Esto obliga a los productores a cumplir con los nuevos requisitos. Estas decisiones se referían a los residuos del fungicida ciproconazol y del insecticida espirodiclofeno en los cereales, la carne y a tres fungicidas (benomilo, carbendazaim y tiofanato-metilo) utilizados en los cítricos.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que el Parlamento Europeo se opone a una propuesta de la Comisión Europea destinada a modificar los límites de determinadas sustancias químicas. En enero pasado, rechazó el proyecto de reglamento de la comisión destinado a aumentar los límites máximos de residuos (LMR) del insecticida tiacloprid en más de 30 productos procedentes de terceros países.
Maryem Ouazzani / Inspiraciones ECO
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