“Sin olas” de Teddy Lussi-Modeste

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Thriller en tensión y relato sutil de la dramática experiencia de Julien (François Civil, interpretación pertinente), un joven profesor de francés acusado injustamente de acoso por parte de una alumna de 13 años, “Pas de vaguees” se nos presenta bajo un enfoque reduccionista. título . La ficción de Teddy Lussi-Modeste, si bien señala con sutileza la “misión imposible” (y peligrosa) que constituye el ejercicio de la profesión docente hoy en Francia, forma parte de una interesante evolución del tratamiento en la gran pantalla de la malestar de los profesores en varios países europeos. “La habitación de los profesores” de Ilker Catak, cineasta alemán de origen turco (estrenada el 15 de marzo) transforma a Carla, una joven profesora de matemáticas, en una investigadora que busca pistas que puedan exonerar a un brillante estudiante de origen turco y supuesto ladrón, durante un Una caza impresionante en medio de una creciente hostilidad y un ambiente paranoico teñido de racismo. El idealismo y la combatividad de la alemana Carla también se encuentran en la heroína belga de “Alma”. Un espíritu libre” de Jawad Rhalib (publicado el 17 de abril), un profesor de literatura acusado y amenazado de muerte por algunos estudiantes y sus familias sometidos a una interpretación radical del Islam. Como si los docentes se convirtieran en personajes por derecho propio, receptáculos de fracturas sociales, espejos de aumento de la vulnerabilidad de las democracias occidentales en crisis. Como si la Escuela, lugar de la verdad, se transformara ante nuestros ojos en un escenario trágico, sobre todo a la luz de los asesinatos de Samuel Paty y Dominique Bernard.

No hay olas”, de Teddy Lussi-Modeste: estilo thriller, una inteligente iluminación del malestar docenteInspiración autobiográfica, trascendencia creativa

con sus 3th Largometraje (después de “Jimmy Rivière” en 2011 y “El precio del éxito” en 2017, destacado y premiado), Teddy Lussi-Modeste, a la vez guionista, director y docente, también sabe que maneja explosivos y se adentra en un campo minado. Lejos de teóricos que dan lecciones o autores fantasiosos de comedias educativas con finales felices, el cineasta filma con pleno conocimiento de causa. En más de un sentido. Originario de la comunidad itinerante, Teddy Lussi-Modeste debe todo a la Escuela de la República, a sus estudios de literatura y a su éxito en el concurso FEMIS en la sección de guiones. Y, hace unos años, en una universidad de la región parisina, la experiencia traumática que sirvió de base para un guión que iba más allá de su fuente autobiográfica, trascendió por la fructífera colaboración con su coguionista, Audrey Diwan.

Tormento individual, espiral colectiva

Y la finura del tema y el dominio de la puesta en escena nos obligan a afrontar la complejidad de una situación aparentemente inocua. O cómo falsos culpables, pseudovíctimas, acusadores apresurados, propagadores de mentiras y usuarios frenéticos de las redes sociales se ven atrapados en un círculo vicioso hasta el punto de provocar un gran desorden en el establishment y poner en peligro la vida de los principales acusados.
Así, “No Waves”, bajo su forma de thriller oscuro, nos enfrenta a la soledad y la consternación de una nueva generación de jóvenes profesores, atrapados en la brecha entre su ideal de emancipación, aún vivo, y la crueldad de la realidad: la institución educativa. , a menudo desacreditada, a veces socavada desde dentro, cada vez más permeable a las tensiones sociales y a la violencia extrema, parece luchar por proteger a las mujeres y hombres que dedican su vida a la enseñanza.

Como proclama en voz alta Teddy Lussi-Modeste, talentoso director y ferviente profesor: ‘mi película es un grito. Si hay grito es porque hay esperanza; […] necesitamos más que nunca que se produzca la transmisión entre profesores y alumnos…’.

Al momento de reconocer que se equivocó, el bello rostro serio y las lágrimas escondidas de Leslie (Tuscane Duquesne, con una actuación opaca y llena de misterio), la falsa acusadora de un supuesto acoso con terribles consecuencias nos toca infinitamente. Julien, su profesor en completa angustia, permanece fuera de campo, pero esta confesión final reúne a las dos principales víctimas de la espiral colectiva, una cadena de acontecimientos en un crescendo de violencia y odio. Como si, fugazmente, malentendidos de lenguaje y de situación (un profesor exagerando en clase un elogio a la belleza de su alumna para dejar claro una figura retórica muy apreciada por el poeta Ronsard, un comentario sobre “la frescura del agua” asociado a una supuesta mirada solidaria del profesor hacia la niña de 13 años sentada frente a él e invitada con otros compañeros al kebab, la negativa de Julien a hablar públicamente de su vida de pareja con su compañero Walid…); como si estos malentendidos, que causan problemas graves y devastadores, se disiparan por arte de magia. Un momento de gracia y el sueño pasajero de una transmisión, pacífica y liberadora, nuevamente posible.

Samra Bonvoisin

“Sin olas”, película de Teddy Lussi-Modeste, estrenada el 27 de marzo de 2024

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