Actualmente, para los viajeros coger el Eurostar ya no es una excepción. Si treinta años después ya no nos hacemos la pregunta, detrás de la fiabilidad del Túnel del Canal se encuentran hombres y mujeres y su experiencia. Todo un sistema que vela por nuestra seguridad. Comienza en la cabina del conductor. Al menor incidente, el tren se detiene. El resto se realiza detrás de una puerta, en el túnel de servicio. Todos los días, los agentes patrullan. Todo debe estar operativo, día y noche. La seguridad de los viajeros depende de ello, como lo demuestra el último gran incidente, el 11 de septiembre de 2008. El incendio se produjo a cinco kilómetros de la entrada del túnel. Seis personas resultaron levemente heridas, una catástrofe que se evitó gracias al túnel de servicio. Entre los dos tubos de circulación, el túnel de servicio situado en el centro actúa como una burbuja de aire. En cuanto se detecta humo, se abren dos puertas de emergencia, creando una corriente de aire. Los humos son expulsados, lo que da tiempo a evacuar a los viajeros. TF1 | Informe N. Robertson, I. Zabala
