Saint Viance. Ensayo transformado para el coro Mozaïk. Bizet, Offenbach, Verdi y Bernstein aparecen frecuentemente en los repertorios de grandes grupos musicales. Pero representan alturas que a menudo son inalcanzables para los coristas aficionados, ya que requieren mucha habilidad técnica. Chantal Ayroles, directora del coro de Mozaïk, consideró que sus alumnos habían adquirido el nivel suficiente para afrontar un desafío atrevido: participar en un concierto acompañando a una orquesta sinfónica. Al final de un trabajo que duró varios meses, Mozaïk acompañó con éxito a la orquesta sinfónica del País de Brive, la Alauzeta, bajo la dirección de su director Charles d’Hubert, durante dos conciertos ofrecidos en Gramat y Brive.
Y fue un éxito: el auditorio de Brive se agotó, el público quedó conquistado y Gramat recibió una ovación. El coro ahora puede aspirar más alto gracias a la inversión de todos. Tras un descanso, los coristas vuelven al trabajo, este mes de mayo, para emprender nuevas aventuras.
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