En su informe, el forense Steeve Poisson sostiene que la muerte de Suzanne Poirier, de 61 años, es atribuible a “un probable ahogamiento, con o sin un componente añadido de hipotermia ambiental”.
Pero no comenta qué habría provocado su caída ocurrida muy temprano el 28 de enero.
El talud era empinado donde supuestamente cayó la víctima, no había dejado carta ni había hecho una declaración de suicidio reciente y tenía “contusiones en los miembros inferiores que podrían haber sido causadas por una caída”.
La señora Poirier también tenía la costumbre de caminar temprano en la mañana, precisa el forense.
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Por otro lado, el hombre de 60 años tenía antecedentes de suicidio, salud mental e intoxicación por drogas y alcohol.
“No puedo pronunciarme sobre un gesto voluntario”, indica el Sr. Poisson en su informe del 13 de septiembre. Por estas razones, declaro que se trata de una muerte por intención indeterminada”.
La víctima, Suzanne Poirier. (Tomado de Internet)
El forense también constató la presencia de alcohol en cantidades importantes en su sangre y “la ausencia de pruebas de intervención de terceros”.
El cuerpo de Suzanne Poirier fue encontrado por la tarde después de que su perro, con el que había paseado por la mañana, volviera solo a casa.
No pudo ser reanimada tras ser trasladada al hospital.
En ese momento, el SQ mencionó que esta tragedia parecía accidental.
