Los arrendamientos de asociaciones aumentan el riesgo de favoritismo

Los arrendamientos de asociaciones aumentan el riesgo de favoritismo
Los arrendamientos de asociaciones aumentan el riesgo de favoritismo
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En Ginebra, el Tribunal de Cuentas examinó el cumplimiento de la asignación de viviendas en tres edificios propiedad de una fundación de derecho público y gestionados por asociaciones, herencia de las okupas de los años 1990 (archivos).

Foto de : KEYSTONE/MARTIAL TREZZINI

En Ginebra, el Tribunal de Cuentas considera que los arrendamientos de asociaciones aumentan el riesgo de favoritismo en la adjudicación de viviendas protegidas. Al examinar el caso de tres edificios de una fundación de derecho público, constata una falta de transparencia en cuanto a la situación de los residentes.

El Tribunal de Cuentas fue informado por un ciudadano de una posible disfunción en el proceso de asignación de viviendas protegidas por HBM para tres edificios de la Fundación Camille Martin, indicó el jueves durante la publicación de su auditoría de conformidad. Dos de ellos están situados en la rue de Montbrillant y el tercero, en la rue de Lausanne.

Continuando con las okupaciones de los años 90, estos edificios están gestionados por asociaciones, pero no se ha firmado ningún contrato de arrendamiento con la fundación por no llegar a un acuerdo. Su contrato es tácito por el pago del alquiler. De hecho, los residentes de las 53 viviendas no son inquilinos directos de la fundación, sino subinquilinos de las asociaciones.

Controles débiles

Esta situación socava el control legal de las condiciones de HBM por parte de la oficina cantonal de vivienda. Hasta octubre de 2023, la mayoría de los subarrendatarios no habían completado el formulario ad hoc. Sin embargo, siete de ellos están subeocupados y otros cinco no están sujetos a recargo a pesar de sus ingresos. Sólo la oficina puede actuar con ellos, no teniendo potestad la fundación.

El Tribunal de Cuentas señala además que las asociaciones no respetan el proceso de asignación de HBM, porque no tienen acceso a la base de datos que reúne a los solicitantes de viviendas protegidas y no pueden exigir elementos que permitan determinar los ingresos de los candidatos. El riesgo de cooptación es grande.

Si el Departamento de Tierras, al que pertenece la oficina de vivienda, se compromete a garantizar que la asignación de viviendas sea conforme, quiere dejar que las asociaciones decidan quién vive en los edificios. Invocando el legado de las okupas, se niega a poner fin al contrato de arrendamiento de la asociación, como recomienda el tribunal, y admite un control imperfecto de la ocupación de las viviendas.

/ATS

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