El Reino se posiciona como un eslabón esencial en el mapa digital global; de hecho, apuesta por la soberanía digital para impulsar su economía y duplicar su PIB per cápita de aquí a 2035. Con un aumento del consumo mundial de electricidad debido a las tecnologías disruptivas, Marruecos podría abastecer la nube con energías renovables gracias a sus activos en energías sostenibles, en particular la solar y la eólica.
La soberanía digital se impone como una preocupación primordial para los responsables políticos. Se basa en dos pilares, en particular la soberanía de los datos y la soberanía tecnológica. El primer pilar se refiere a la ubicación geográfica donde se alojan y procesan los datos, quién puede acceder y manipular estos datos y las leyes aplicables. El segundo pilar se refiere en particular al aspecto tecnológico que consiste en el dominio del hardware y del software. El mercado de la computación en la nube ha experimentado un crecimiento exponencial a nivel internacional debido a la progresión de Internet, la aceleración de la transformación digital de los negocios y el aumento de equipamiento de teléfonos inteligentes en todo el mundo.
Teniendo en cuenta lo que está en juego desde el punto de vista económico, los expertos piden inversiones en infraestructuras de nube nacionales compartidas para lograr economías de escala que a veces pueden alcanzar el 20%. El desarrollo de la nube promueve la aceleración de la transformación digital, estimulando así la creación de empleo en diversos sectores. Cada empleo creado en el ámbito de las tecnologías de la información (TI) supone de media la creación de 4,3 puestos de trabajo en todos los sectores de actividad. La nube es una infraestructura técnica hiperautomatizada, que no emplea directamente a una gran cantidad de personal.
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Sabemos que el poder de una nación se mide por los datos que posee y la inteligencia artificial que construye sobre ellos. Marruecos es hoy una colonia digital de Estados Unidos y Europa, lo que pone en peligro la soberanía económica del país. Para mantener su posición como potencia regional y promover el 100% marroquí, Marruecos debe implementar una estrategia de soberanía digital. La soberanía digital representa una gran oportunidad para la economía nacional.
Marruecos tiene los activos necesarios para desarrollar la soberanía digital; Marruecos debería implementar una estrategia ambiciosa y a largo plazo en este ámbito. La soberanía digital permitirá preservar los valores y la diversidad cultural del país, evitando la estandarización impuesta por las grandes empresas extranjeras.
La soberanía digital tiene como objetivo crear un equilibrio entre el uso de tecnologías extranjeras y el desarrollo de soluciones locales. Invertir en investigación y desarrollo tecnológico, fomentando el emprendimiento y formando mano de obra cualificada en el ámbito digital. Se pueden utilizar incentivos financieros y fiscales para apoyar a las empresas locales y atraer inversores al sector. También es necesario sensibilizar a la población marroquí e informarla sobre las cuestiones de la soberanía digital y promover el uso de soluciones digitales locales.
A nivel nacional, el desarrollo de la infraestructura y el ecosistema digital probablemente generará importantes beneficios económicos positivos y podría contribuir al objetivo de duplicar el PIB per cápita para 2035, como propugna la visión del Nuevo Modelo de Desarrollo (NMD).
Para elevar a Marruecos como una nación digital, es esencial transformar el Reino como un verdadero centro regional y apoyar su actividad económica, así como acelerar el desarrollo de infraestructuras digitales sólidas y provocar el surgimiento de importantes actores locales.
Se espera que la aceleración de la disrupción tecnológica, el uso masivo de datos (big data), blockchain, Internet de las cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (IA), esenciales para la digitalización de las empresas y la transformación de las ciudades inteligentes, estimulen la demanda de servicios en la nube. Estas nuevas tecnologías se han vuelto imprescindibles en todos los ámbitos.
A nivel mundial, los principales actores de la nube se están moviendo hacia los centros de datos para reducir su huella de carbono, dado que consumen alrededor del 1% de la electricidad mundial. Esto requiere el uso de electricidad verde procedente de energías renovables para alimentar sus instalaciones y su refrigeración. Marruecos podría posicionarse en este escenario para acoger las inversiones en la nube verde, aprovechando sus puntos fuertes en materia de energía sostenible, en particular la solar y la eólica.
