El multimillonario checo Daniel Kretinsky amplió el viernes su imperio industrial en Europa con la adquisición del 20% de las actividades siderúrgicas del grupo alemán Thyssenkrupp, que se suma a una cartera bien surtida en energía, distribución y medios de comunicación.
Las dos empresas también están negociando la adquisición de un 30% adicional del capital de Thyssenkrupp Steel por parte del holding de Daniel Kretinsky, EPCG, según informó la empresa alemana en un comunicado de prensa.
El objetivo entonces sería formar una empresa conjunta igualitaria al 50/50 entre los dos socios. El precio de la transacción no ha sido revelado, pero una fuente financiera cercana al asunto, entrevistada por la AFP, valoró la compra del 20% entre 350 y 400 millones de euros.
El grupo ThyssenKrupp, en conjunto con todas sus actividades, está valorado actualmente en unos 3.000 millones de euros.
La llegada de Daniel Kretinsky se produce en un contexto muy difícil para la siderúrgica alemana, que viene sufriendo desde hace varios años.
El grupo se enfrenta a una situación difícil: la industria alemana se está desacelerando desde hace varios trimestres y no puede absorber la sobreabundante oferta de acero en el mercado, dominado por los productores chinos.
Temores del personal
El jefe del grupo Thyssenkrupp, Miguel López, afirmó que su objetivo, a través de la asociación con el multimillonario checo, era evitar “despidos económicos” en la actividad y esperaba que la división siderúrgica volviera a la “autonomía” y al “éxito”. ‘.
Este último emplea actualmente a unas 27.000 personas.
Pero por parte de los representantes del personal domina la preocupación.
¿Cuáles son las intenciones de Kretinsky? ¿Cuál es su plan y concepto industrial? Nos negamos a desmantelar o adelgazar”, declaró el presidente del comité de empresa del grupo Thyssenkrupp, Tekin Nasikkol, en un comunicado de prensa.
Los representantes de los trabajadores se enteraron de la noticia en el último momento: “No es ni un buen estilo ni un buen comienzo”, afirmó Jürgen Kerner, vicepresidente del principal sindicato alemán, IG Metall, así como del consejo de supervisión de ThyssenKrupp.
En principio, el sindicato no está “en contra” de la llegada de inversores, pero sí está preocupado por las amenazas de despidos y cierres de empresas.
El 12 de abril, la empresa alemana ya anunció una fuerte reducción de su capacidad de producción anual de acero, de 11,5 millones a 9,5 millones de toneladas, lo que se traducirá en “una reducción de puestos de trabajo”.
Los últimos intentos de Thyssenkrupp de reactivar la industria del acero, independizándola de otras actividades (materiales de construcción, submarinos, etc.) y apoyándola con un socio financiero sólido, han fracasado.
La prensa alemana informó el verano pasado de los primeros rumores sobre una adquisición de la división de acero por parte del multimillonario checo, tras el fracaso de las negociaciones con la británica Liberty Steel en 2021.
Descarbonizar la industria
Con esta adquisición, Daniel Kretinsky, ya muy presente en el sector energético, dijo que quería hacer “una importante contribución a la descarbonización de la industria siderúrgica”, según el comunicado.
EPCG pretende interferir en “la formulación y aplicación de la estrategia” de ThyssenKrupp Steel, explicó Jiri Novacek, miembro de la junta directiva del holding.
Kretinsky, cuya fortuna estima Forbes en 9.300 millones de dólares, es conocido desde hace varios años por ayudar a los grandes grupos europeos, sobre todo en el sector energético, pero también en la distribución y los medios de comunicación.
El principal holding que agrupa sus intereses, EPCG, es uno de los principales grupos industriales privados de Europa.
Históricamente ligada al carbón, del que pretende casi salir a partir de 2025, sus actividades incluyen también la producción y distribución de electricidad y gas.
Luego abordó la distribución y los servicios, en particular entrando en el capital del grupo francés Casino en 2019, antes de que la marca pasara completamente a sus manos en marzo de este año.
Daniel Kretinsky también está presente en los medios de comunicación y en la edición, en su país pero también en Francia, a través de Lagardère Active, el grupo Le Monde hasta el otoño pasado, el grupo Editis y una participación en el capital de TF1.
/ATS
