Marruecos ha demostrado que ya es un actor importante y esencial en la transición energética global. De hecho, desde 2009, el país ha jugado un papel pionero en el desarrollo de energías renovables. El reino se ha comprometido con éxito en una política de energía limpia proactiva y ambiciosa. En concreto, para apoyar su ambición en este ámbito, ha creado una Agencia dedicada a las Energías Renovables y la Eficiencia Energética (ADEREE) y una Agencia Nacional de Energía Solar (MASEN).
Con la creación en 2011 del Instituto de Investigaciones en Energía Solar y Nuevas Energías (IRESEN), el país desarrolló y consolidó su estrategia energética nacional. Esta agencia se centra en la experiencia técnica, la investigación y el desarrollo, así como en la creación de infraestructuras de investigación industrial. También la legislación sobre energías renovables y eficiencia energética, asociada a un fondo específico, son medidas que refuerzan el compromiso de Marruecos con una economía baja en carbono.
En las últimas décadas, el surgimiento de un nuevo sector solar y otros proyectos estructurantes, particularmente eólicos, confirman los avances del país en este sector estratégico. En este contexto, en 2016 se puso en marcha la primera fase del proyecto del complejo solar en Ouarzazate, Noor I, con espejos cilíndricos parabólicos móviles, en una superficie de 480 hectáreas y una capacidad de 160 megavatios.
En 2018, la 2ª fase del proyecto de este complejo solar intensificó la diversificación tecnológica del país en este tipo de centrales. Ha puesto en marcha dos plantas solares térmicas independientes, dotadas de capacidades de almacenamiento: Noor II, con espejos cilíndricos parabólicos, de 12 m de altura, con una potencia de 200 MW y Noor III, con una potencia de 150 MW. La tercera fase del proyecto Noor IV permitió la construcción de una central fotovoltaica de 70 MW. Otro activo importante, la puesta en marcha de varios parques eólicos: Tantan (2013), Tarfaya (2015), El Aaiún (2013), Tánger (2010) y Essaouira (2007), incluido el de Tarfaya, el mayor de África. Por último, a nivel hidráulico, la construcción de nuevas presas permitirá pasar de 139 en 2015 a 170 grandes estructuras en 2030 y ampliar así la cuota del mix energético del país.
Hidrógeno verde: ¿Tiene Marruecos los medios para alcanzar sus ambiciones?
Marruecos continúa su ascenso en el ámbito de las energías limpias con el hidrógeno verde. A finales de julio de 2023, durante el discurso del Trono, el rey Mohammed VI reafirmó las ambiciones del reino, pidiendo al gobierno una “aplicación rápida y cualitativa” de la “Oferta de Marruecos” para el hidrógeno verde. El soberano también subrayó la importancia de “valorar los activos que nuestro país tiene en este ámbito y responder lo mejor posible a los proyectos llevados a cabo por inversores globales en este prometedor sector”.
En septiembre pasado, el gobierno declaró su intención de lanzar un proyecto de hidrógeno verde a partir de 2024. El Ministerio de Economía anunció, poco antes, que había reservado alrededor de 1,5 millones de hectáreas de dominio público para albergar “ocho proyectos de producción de hidrógeno verde y amoníaco”. sitios”. La oferta de Marruecos para el desarrollo del sector del hidrógeno verde fue presentada el 11 de marzo de 2024 por el jefe de gobierno, Aziz Akhannouch. Una circular estructura el sistema operativo desde la selección de inversores hasta la contratación con el Estado.
A través de su estrategia nacional, se trata de implementar medidas de incentivo y apoyar a los líderes de proyectos a largo plazo. El objetivo es experimentar con proyectos de gran envergadura, a escala industrial, en este virtuoso sector del futuro. En concreto, se pondrán a disposición de inversores nacionales o internacionales 300.000 hectáreas de suelo público, divididas en lotes de entre 10.000 y 30.000 hectáreas.
Ambiciosos proyectos y asociaciones internacionales
El proyecto ORNX, con el lanzamiento de la fase de estudio de diseño de una plataforma de producción de hidrógeno verde en Boujdour, dedica una inversión estimada de 73,5 mil millones de DH (alrededor de 6 mil millones de euros). Constituye un fuerte compromiso de Marruecos con el desarrollo de este sector estratégico. Una capacidad combinada de 1,8 GW en energía eólica y solar permitirá, entre 2028 y 2029, la producción de más de 100.000 toneladas de hidrógeno y 600.000 toneladas de amoníaco verde. Esto representa un potencial significativo para el consumo local pero también para la exportación.
Las asociaciones internacionales, en particular con grandes grupos emiratíes (Masdar), pero también regionales con actores industriales clave, como “Cepsa” en España, apoyan una dimensión colaborativa de la transición energética deseada por el Reino. Además, con el “Plan Marruecos Verde”, que afecta a los sectores de la agricultura y la agroindustria, el Reino pretende obtener palancas de crecimiento, adaptándose al cambio climático y permitiendo su mitigación.
Marruecos: ¿un futuro centro mundial para el hidrógeno verde?
Según el Banco Mundial, la posición geoestratégica de Marruecos es ideal para permitirle atender los mercados europeos. Además de este posicionamiento, las principales instalaciones portuarias de Marruecos son unos activos que ofrecen al Reino un avance tecnológico y comercial. Están surgiendo interesantes perspectivas económicas a nivel europeo para una asociación beneficiosa para todos entre la Unión Europea y Marruecos. Por ello, la UE está incluso considerando ampliar el proyecto H2Med a Marruecos de aquí a 2040.
Marruecos ha establecido una nueva etapa decisiva en su programa de energía limpia para responder a los desafíos tanto ambientales como económicos. El país tiene el ambicioso objetivo de lograr la producción del 52% de su capacidad eléctrica utilizando energías renovables para 2030.
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