El 18 de abril, una vez más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció su “gran preocupación” ante la creciente contaminación de los seres humanos por la cepa H5N1 de la gripe aviar. Los estadounidenses recientemente contaminados por vacas (a su vez contaminadas por pájaros) experimentaron sólo síntomas leves, mientras que más de la mitad de las 889 personas contaminadas directamente por aves desde 2003 sucumbieron a la enfermedad. Que el virus afecte a otra especie de mamíferos no es una buena noticia. Sin embargo, no aumenta drásticamente el riesgo futuro de una pandemia.
“Las infecciones respiratorias virales son las mejores candidatas, aquellas sobre las que tenemos más datos que hacen temer una pandemia, subraya el virólogo Bruno Lina. Llevamos veinte años con los ojos puestos en la gripe aviar H5N1.”,.
“En 2009, un virus aviar se propagó como la pólvora, recuerda el epidemiólogo Arnaud Fontanet. Lo único que evitó la catástrofe que temíamos fue la letalidad asociada: 1 entre 10.000. Pero si hubiéramos tenido una letalidad del 1%, el impacto habría sido el mismo que el del Covid. »
El riesgo de aparición de una enfermedad.
La Unión Europea ha invertido en vacunas prepandémicas contra el virus H5N1 (en su forma aviar). Actualmente hay cuatro vacunas autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos, pero no se comercializan. En caso de alerta, podrían inyectarse a las personas más expuestas, a la espera del desarrollo de una vacuna adaptada al virus pandémico.
Si los virus respiratorios (gripe o coronavirus) están en gran medida a la cabeza de los riesgos de pandemia, el concepto de “enfermedad X”, de naturaleza aún desconocida, forma parte de los planes prepandémicos europeos y estadounidenses. En lugar de centrar todos los esfuerzos en respuestas específicas a patógenos conocidos, debe estar disponible un amplio espectro de contramedidas.
Para una respuesta rápida, sería deseable un acuerdo global sobre la prevención de pandemias, bajo los auspicios de la OMS. Las negociaciones sobre un texto mínimo se extendieron hasta el 10 de mayo. Europa, Japón y Estados Unidos quieren una vigilancia reforzada y un acceso rápido a datos y muestras, los países en desarrollo quieren un acceso equitativo a vacunas y tratamientos…
