Primera serie – Lo esencial de la literatura mundial – El libro de la semana: Salammbô de Gustave Flaubert: “Fue en Mégara, un suburbio de Cartago…”

Primera serie – Lo esencial de la literatura mundial – El libro de la semana: Salammbô de Gustave Flaubert: “Fue en Mégara, un suburbio de Cartago…”
Primera serie – Lo esencial de la literatura mundial – El libro de la semana: Salammbô de Gustave Flaubert: “Fue en Mégara, un suburbio de Cartago…”
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Este comienzo de unas diez palabras, entre ellas tres nombres propios, es uno de los comienzos de novela más bellos de la literatura francesa y mundial.

“Fue en Megara, un suburbio de Cartago, en los jardines de Amílcar”. Cuando la primera página de una novela comienza con una frase así, que suena como una cautivadora llamada a la lectura, tienes asegurada la enorme felicidad que te espera. Este comienzo de unas diez palabras, entre ellas tres nombres propios, es uno de los comienzos de novela más bellos de la literatura francesa y mundial. Naturalmente, fue admirada, comentada por decenas de escritores, especialistas e historiadores de la literatura (Guy de Maupassant, Yves Leclerc, Régis Jauffret, Julian Barnes, etc.), esta observación debería quedar grabada en piedra y,… por qué no, aparecer en todos las estaciones de las ciudades cartaginesas de los suburbios del norte de Túnez. ¡Soñemos!

Gustave Flaubert (1821-1880), escritor francés, uno de los más grandes novelistas de su siglo, reconocido por su fuerza literaria y la potencia de sus frases, afiliado al movimiento realista; escribió Madame Bovary, Salammbô, Bouvard y Pécuchet… y una voluminosa correspondencia. Cabe agregar que Flaubert, que tenía el don de transmitir emociones, era la encarnación del estilo. Literalmente agotado por el proceso por violación de la moral pública iniciado contra Madame Bovary, la más conocida de sus novelas, Flaubert quiso cambiar el tema, los lugares, los personajes, la atmósfera. “Voy a hacer un poco de historia. por el momento. Es un gran escudo bajo el cual podemos poner muchas cosas”, le confió a su amigo Jules Michelet. Permaneció en Túnez de abril a junio de 1858 para sumergirse en el escenario de su nueva novela Salammbô. Estamos lejos de los paisajes de Madame Bovary, la Normandía olvidada, el pequeño y tranquilo pueblo abandonado de Yonville, imaginado por el autor, donde tuvo lugar la apasionante historia de amor entre los Bovary, en Salammbô, el orden se trastoca, radicalmente diferente de la atmósfera. y serena pesadez de Emma. Salammbô es una novela histórica publicada en 1862, que cuenta la historia de la guerra que enfrentó Cartago a los mercenarios, estos últimos, contratados por Cartago, durante la primera guerra púnica, se rebelaron, furiosos por no haber recibido su paga. Una historia emocionante, animados por personajes de otra época, paisajes exóticos, escenas cautivadoras, soldados guerreros y líderes amorosos… La obra ha dado lugar a miles de comentarios y múltiples estudios. El tono se fija en el incipit y a continuación, la obra comienza con una gigantesca fiesta nocturna en los jardines de Amílcar, los soldados celebran el aniversario de la batalla de Erix, “comían y bebían en plena libertad. Admiramos los colores de un ambiente extraño donde se exhiben riquezas, objetos de otro mundo, anzuelos de oro, la diosa Tanit, morales y costumbres extrañas, un universo salvaje donde se sacrifican niños, un collar de oro en el pecho de un jefe, redes de pescadores. en Malka (actual Mâalga), bárbaros aplastados por la carga de los elefantes, un velo, el “zaïmph” robado y recuperado gracias a los encantos de Salammbô, secretos, una serpiente, un caudillo, batallas, en definitiva, exotismo en todo. su vigor. El lector se sumerge en un entorno histórico, un color local, un mundo insospechado, donde nos encontramos con mercenarios, descubrimos grandes escenas pomposas, impresionantes y densas; un señor de la guerra perdidamente enamorado, Mâtho enamorado de Salammbô, Amílcar inspeccionando sus tesoros y a sus guerreros. La trama de la novela se ubica en III.mi siglo antes de Cristo en la ciudad legendaria, llena de aventuras, termina con una trágica frase que cierra la novela “Así murió la hija de Amílcar por haber tocado el manto de Tanit”. Entre las dos magníficas frases del inicio y del final de la obra, 15 apasionantes capítulos, una terrible oleada de sentimientos de rabia, venganza, un soplo de increíble violencia, un desbordamiento del corazón y de los sentimientos esperan la curiosidad del conducir.

Es difícil saber qué es realidad o ficción en esta conmovedora historia. Antes de publicar Salammbô, Flaubert consultó, se documentó, pasó años estudiando y estableciendo su ficción, se basó en los textos de Polibio, Apio, Plinio, Jenofonte, Plutarco e Hipócrates para pintar el mundo antiguo y describir un universo exótico, sensual y violento. “¿Sabes cuántos volúmenes he devorado ya en Cartago? ¡Unos 100!”, escribió en su correspondencia.

Flaubert, conocido por ser un gran trabajador, tardó casi seis años en escribir su novela. Presentó su manuscrito el 24 de noviembre de 1862. “¡Pocas personas adivinarán lo triste que debía estar para emprender la resurrección de Cartago! Esta es una Tebaida donde me ha empujado el disgusto por la vida moderna”

Salammbô fue elogiado por Victor Hugo, Jules Michelet y Berlioz, obtuvo un considerable éxito de público y de crítica, se convirtió en un libro de culto, un clásico de la literatura francesa y mundial. Se le han dedicado exposiciones, películas, cómics, sigue cautivando al público de todos los géneros. Y por último, una cita: “Tres cosas me hacen feliz: los libros que leo, los libros que he leído y los libros que voy a leer”.

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