“En lugar de imaginar un nuevo impuesto ineficaz, la industria del libro debe reinventarse”

“En lugar de imaginar un nuevo impuesto ineficaz, la industria del libro debe reinventarse”
“En lugar de imaginar un nuevo impuesto ineficaz, la industria del libro debe reinventarse”
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lEl Ministerio de Cultura y la Sociedad Francesa de Intereses de los Autores Escritos (Sofía) dieron a conocer el 12 de abril un estudio sobre el mercado del libro de segunda mano: en rápido crecimiento desde 2019, representa alrededor del 20% de las ventas de libros de segunda mano. 10% de la facturación. A raíz de este estudio, Emmanuel Macron anunció una propuesta de impuesto a la venta de libros de segunda mano, en particular para “permitir que nuestros autores, editores y traductores también reciban una mejor ayuda”.

La fragilidad del equilibrio económico del mercado del libro nuevo es real. De hecho, muchas editoriales luchan por alcanzar o mantener niveles satisfactorios de rentabilidad. Los autores, por su parte, rara vez reciben más del 8% del precio de venta de una novela (es decir, 80 céntimos por un libro de 10 euros), y mucho menos en otros sectores, con anticipos cada vez menores, que pueden reducirse a 1.000 o 1.500. euros por título. Por tanto, es legítimo buscar soluciones para remunerar mejor a quienes participan en la industria del libro.

¿Pero es la solución un impuesto a los libros de segunda mano? Vincent Montagne, presidente de la Unión Editorial Nacional, indicó en France Culture que sólo los grandes grupos (Amazon, eBay, Rakuten, Momox, etc.) se beneficiarían de un impuesto del 3%. Sin embargo, gravar únicamente a las plataformas parece atractivo pero poco realista.

Los libreros, los primeros afectados

En primer lugar, la ley no permite tal discriminación entre empresas, por lo que el impuesto afectaría sin distinción a grandes grupos internacionales, pequeñas y medianas empresas francesas, organizaciones de economía social y solidaria, etc.

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Entonces, ¡recuerda que Amazon, eBay y Rakuten no venden libros! Estos sitios ofrecen un mercado a los libreros de segunda mano, quienes les pagan una comisión. Por tanto, son estos libreros los que se verían afectados por un posible impuesto.

Por último, la cuota de estas plataformas en la venta de libros de segunda mano ha disminuido significativamente: representan menos del 10% de las ventas de segunda mano, frente al 30% de las ventas entre particulares, especialmente a través de sitios como Le Bon Coin.

0,03% de los ingresos generados por este impuesto

Hagamos cuentas: si consiguiéramos gravar al 3% estas plataformas, que representan el 10% del mercado de segunda mano, que a su vez representa el 10% del mercado del libro, terminaríamos con un total de… 0,03 %. de los ingresos generados por este impuesto, que se repartirán entre autores y editores. El crecimiento del mercado de segunda mano ciertamente está sacudiendo los modelos económicos de los actores tradicionales, pero es sólo una de las señales que indican que el sector necesita reinventarse.

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