La tensión está aumentando en Tbilisi, donde las manifestaciones fueron duramente reprimidas esta semana. ¿Y si lo peor aún estuviera por llegar?
Publicado a las 1:36 a.m.
Actualizado a las 6:00 a.m.
¿Por qué estamos hablando de eso?
Levan Khabeishvili se convirtió esta semana en la cara (hinchada) de la resistencia proeuropea en Georgia. Este diputado del principal partido de la oposición fue golpeado por la policía durante las manifestaciones diarias que congregaban a miles de personas –principalmente jóvenes– en las calles de la capital, Tiflis.
La policía reprimió violentamente el movimiento con detenciones, gas y balas de goma. ” Mírame ! Lo que ves, estas huellas en mi cuerpo, son las huellas de Rusia”. dijo Khabeishvili en un discurso ante el Parlamento.
Las razones de la ira
Los manifestantes se oponen enérgicamente al proyecto de ley sobre la “influencia extranjera”, aprobado el miércoles en segunda lectura. Esta ley prevé que las ONG o los medios de comunicación georgianos que reciban más del 20% de su financiación del extranjero tendrán que registrarse como “organización que persigue los intereses de una potencia extranjera”, so pena de caer en la ilegalidad. El Gobierno asegura que con esta medida se pretende obligar a las organizaciones a ser más “transparentes”. Sus detractores lo ven sobre todo como un calco de una ley rusa, utilizada durante años por el Kremlin para perseguir las voces disidentes. De ahí su apodo: la “ley Putin”.
Una semana llena de acontecimientos en Tbilisi
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Un gatillo
No es la primera vez que el partido gobernante, Sueño Georgiano, intenta aprobar este controvertido texto, visto como un obstáculo a las aspiraciones de Tiflis de unirse a la Unión Europea (UE). Un proyecto de ley similar fue abandonado hace un año tras la presión de la calle, antes de que el partido gobernante lo volviera a poner sobre la mesa a principios de abril. Más que la ley en sí, es esta “insistencia” lo que preocupa a los georgianos, explica Maria Popova, profesora de ciencias políticas en la Universidad McGill. “El gobierno está demostrando que está claramente motivado para avanzar hacia Rusia”, explica. Es para denunciar esto que la gente está en las calles. El proyecto de ley es sólo un detonante. »
Un “sueño georgiano”… que tiende hacia Moscú
Según una encuesta del Instituto Nacional Demócrata realizada hace un año, el 82% de la población georgiana estaría a favor de unirse a la UE. El país solicitó su afiliación en los días posteriores a la invasión de Ucrania, y fue admitido oficialmente como “candidato” hace cinco meses, en diciembre de 2023. Sin embargo, incluso si fue elegido gracias a sus promesas de una política equilibrada entre Occidente y Rusia, parece que el El partido Sueño Georgiano se inclina cada vez más hacia Moscú. La oligarca Bidzina Ivanishvili, cofundadora, presidenta honoraria, principal patrocinadora del partido y líder de facto del país, pronunció un discurso hostil a principios de semana, acusando a los occidentales, a la oposición y a la sociedad civil georgiana de dañar la “soberanía”. del país”, y amenazando con represalias a las voces disidentes, lo que reavivó la mecha de la protesta.
Occidente tiene a Georgia en mente
La ley sobre la “influencia extranjera” fue duramente criticada por los occidentales. Estados Unidos dijo estar “profundamente preocupado” por “las consecuencias que podría tener en términos de represión de la disidencia y la libertad de expresión”, mientras que Francia reiteró su “profunda preocupación” por la represión de las manifestaciones. La Unión Europea, por su parte, condenó la “violencia” de la policía y llamó a Georgia a “mantener el rumbo” hacia la Unión Europea. Finalmente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió la “retirada” del proyecto de ley e instó a las autoridades georgianas a “iniciar un diálogo, en particular con la sociedad civil y los medios de comunicación”.
¿Elecciones y más represión?
Estos disturbios se producen a pocos meses de las elecciones legislativas previstas para octubre, consideradas una importante prueba para la democracia en esta ex república soviética acostumbrada a las crisis políticas. Para Maria Popova, el futuro a medio plazo parece, por tanto, crucial, mientras que ambos bandos parecen decididos a seguir adelante. “Estamos en la misma situación que el Euromaidán de 2014, en Ucrania. Creo que seguiremos viendo intensas manifestaciones exigiendo la dimisión del gobierno. La preocupación es que caiga en el modo autocrático y la represión, ahora que ha mostrado claramente sus colores. Al ver que la oposición crece, no van a correr el riesgo de esperar a las elecciones y podrían aprovechar las próximas semanas para reprimir el movimiento. »
El controvertido texto deberá pasar por una tercera lectura en el Parlamento “hacia mediados de mayo” y ser ratificado por la presidenta Salomé Zourabichvili. Opuestos a la ley, estos últimos probablemente la vetarán, pero el partido gobernante tiene un número suficiente de escaños para anularla. Sin embargo, nada excluye la disensión en el seno de la mayoría, y algunos diputados se niegan a “ir en contra de estas inmensas multitudes”, concluye el experto. De ahí la importancia, para los manifestantes, de no aliviar la presión hasta el día D, con todos los riesgos que ello conlleva.