“Un trabajo que lleva tiempo”: la loca historia de Flavien Paget, un francés que llegó a ser alcalde de un pequeño pueblo español… a su pesar

“Un trabajo que lleva tiempo”: la loca historia de Flavien Paget, un francés que llegó a ser alcalde de un pequeño pueblo español… a su pesar
“Un trabajo que lleva tiempo”: la loca historia de Flavien Paget, un francés que llegó a ser alcalde de un pequeño pueblo español… a su pesar
-

lo esencial
Favien Paget, un joven del Franco Condado de 33 años, se instaló en 2019 en la pequeña localidad de Burgui, en los Pirineos españoles. El interesado, que no hablaba español cuando llegó a España, finalmente se convirtió en alcalde de la pequeña localidad en 2023.

No hablaba “una palabra de español”, y aquí estaba al frente del pequeño pueblo de Burgui (España) y sus 208 habitantes, en la región de Navarra. Esta es la historia un poco loca de Flavien Paget que, a pesar de todo, llegó a ser alcalde de esta pequeña ciudad de los Pirineos. Originaria del Territorio de Belfort, en el este de Francia, esta joven de 33 años decidió instalarse en este pequeño pueblo en 2019, para seguir a su pareja, que luego quiso regresar a su tierra. La crisis vinculada al Covid-19 trastocó los planes de esta joven pareja, que se vio confinada: “Aproveché para aprender el idioma y luego comencé a hacer pizzas y flamekueches en el establecimiento de mis suegros”, explica la persona interesada a nuestros colegas de Oeste de Francia.

En Burgui, FlavienPaget se está ganando una reputación. En mayo de 2023, su notoriedad dentro de este pequeño pueblo pirenaico le llevará al ayuntamiento. En mayo de 2023 España celebró sus elecciones municipales. En Burgui no se presenta ninguna lista, ningún candidato da el paso. El gobierno de Navarra decidió finalmente lanzar un ultimátum a los habitantes de la localidad. Este último sólo disponía de unos pocos meses para ofrecerse como voluntario, de lo contrario la ciudad quedaría bajo supervisión. “Hubiera sido terrible. Los pueblos pequeños necesitarían un alcalde en el lugar para mantener la proximidad”, considera Flavien. “Si perdemos eso, lo perdemos todo”. El treintañero decidió entonces confeccionar una lista con otras cuatro personas. Pero de esta lista, el joven es el único residente que reside en Burgui todo el año. Por tanto, fueron los franco-condados quienes heredaron el ayuntamiento del pueblo. Flavien cuenta a su lado con los servicios de una enfermera, un empleado de fábrica y un educador social.

En los últimos meses, el treintañero no se ha quedado de brazos cruzados: “Los mayores vienen a verme cada dos días para decirme que hay un agujero en una calle, una jardinera colocada en el lugar equivocado o una farola que no funciona”. No funciona, relata este último. Son cosas anecdóticas, pero es el juego de los pueblos pequeños y de eso se trata. En su tiempo libre, Flavien Paget también desempeña el papel de posadero. Suficiente para ocupar completamente tus días.

-

PREV Los casos de Covid-19 van en aumento: ¿cómo hacerse la prueba (y recibir un reembolso)?
NEXT El arte es “esencial” y no sólo se vive en París: “Rideau”, el documental de Gersoise, lo atestigua