En Mayotte, tres semanas después del mortífero paso del ciclón Chido, el saldo sigue siendo de al menos 39 muertos y más de 5.600 heridos. El proyecto de reconstrucción es inmenso, incluso en zonas forestales y entornos naturales.
Publicado el 01/07/2025 08:49
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Visto desde el cielo, el color dominante en Mayotte tras el paso del ciclón Chido es el marrón. Ya no hay zonas verdes en la isla como antes. Los vuelos con drones aún no permiten realizar una evaluación medioambiental precisa, explicó Benoît Loussier, director regional de la Oficina Nacional Forestal de Mayotte y Reunión. Pero casi todas las zonas forestales que cubrían el 20% del territorio han sido devastadas.
Muchas granjas también quedaron devastadas. En el mejor de los casos, los árboles han perdido sus hojas y ramas, pero siguen en pie; podrán irse rápidamente. Pero en muchos casos han sido arrancados de raíz, completamente o aplastados por vientos que soplan a más de 200 km/h: no volverán a reverdecer.
La vegetación juega un papel importante en Mayotte para el ciclo del agua, porque las raíces captan la lluvia que cae sobre el suelo. Esto ayuda a prevenir la erosión. Esto también ayuda a mantener las precipitaciones, porque los árboles liberan humedad a la atmósfera a través de la evapotranspiración.
La cubierta forestal de Mayotte también proporcionó refugio a muchos animales, incluidos lagartos, insectos, murciélagos y también lémures. Estos pequeños lémures carecen de alimento desde el ciclón y están tratando de encontrarlo acercándose a sus hogares.
Por último, al haber una gran cantidad de tierra expuesta, la escorrentía de lodo durante las lluvias plantea un riesgo de sedimentación de la laguna, lo que amenaza a los corales y la supervivencia de varias decenas de especies marinas.
Afortunadamente, gracias al clima favorable, la vegetación en Mayotte podrá volver a crecer con bastante rapidez. Debería ser posible encontrar plantaciones que alcancen hasta 8 metros de altura en unos pocos años. Por lo tanto, los ecosistemas podrían volver a funcionar dentro de 10 o 20 años, indica la Oficina Forestal Nacional. Pero esto requerirá recursos suficientes para replantar al menos cincuenta hectáreas de bosque por año.
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