Después de varios meses de angustia, la sonda Voyager 1 volvió a la vida

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Después de meses de incertidumbre, la nave espacial más alejada de la Tierra ha mostrado signos de vida. La Voyager 1, que explora el espacio interestelar desde 2012, ha recuperado la capacidad de comunicarse con la Tierra. Sus cuatro instrumentos científicos vuelven a transmitir datos valiosos, dando nueva vida a esta legendaria misión espacial.

Voyager 1 (impresión artística)

Buenas noticias para todos los entusiastas de la exploración espacial: la Voyager 1, la valiente nave espacial de la NASA, ha vuelto a encontrar su voz. Después de varios meses de preocupación, sus cuatro instrumentos científicos vuelven a transmitir datos utilizables a la Tierra.

Interestelar: la Voyager 1 vuelve a hablar tras un silencio preocupante

En noviembre de 2023 se había producido un angustioso silencio radiofónico. La Voyager 1, lanzada en 1977, no nos envió más que mensajes incomprensibles, un galimatías de código binario corrupto. A sus 46 años, la edad venerable para una nave espacial, se podría temer una gran fracaso. Sobre todo porque el barco se encuentra a una distancia astronómica: más de 24 mil millones de kilómetros de nuestro planetaen el territorio inexplorado del espacio interestelar.

Pero el equipo de entusiastas que sigue la misión Voyager 1 no se ha dado por vencido. Decididos a comprender el origen del problema y resolverlo, investigaron. El culpable ha sido identificado: un mal funcionamiento del subsistema de gestión de datos de vuelo, responsable de “empaquetar” la información enviada a la Tierra. Más precisamente, se culpó a un chip defectuoso, explica la NASA.

Afortunadamente, el ingenio de los ingenieros evitó el problema. En abril de 2024 llegó una primera señal clara, pero sólo de dos instrumentos. Los dos meses siguientes se dedicaron a poner nuevamente en funcionamiento los instrumentos restantes. Hoy, Todo el arsenal científico de la Voyager 1 vuelve a comunicarse perfectamente con la Tierra.

Incluso si hubiera habido un silencio total, la misión Voyager 1 seguiría siendo un éxito monumental. Su objetivo inicial, fijado en 1977, era el estudio de Júpiter y Saturno, realizado brillantemente en 1980 (su gemela, la Voyager 2, se distinguió por explorar Urano y Neptuno). Pero la aventura de la Voyager 1 no acabó ahí. Continuando con su interminable viaje, entró en el espacio interestelar en 2012, enviándonos valiosa información sobre este misterioso medio.

Ahora que la Voyager 1 ha encontrado su voz, el equipo perfeccionará su funcionamiento. En el programa: resincronización del software de cronología para garantizar la ejecución de los comandos en el momento adecuado y mantenimiento del registrador digital que mide las ondas de plasma. Espero que la Voyager 1 siga enviándonos noticias durante muchos años más.

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