Principales descubrimientos de los investigadores de la Riviera contra las patologías cerebrales

Principales descubrimientos de los investigadores de la Riviera contra las patologías cerebrales
Principales descubrimientos de los investigadores de la Riviera contra las patologías cerebrales
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En 2015, el equipo de Hélène Marie, directora de investigación del IPMC de Sophia Antipolis, realizó un descubrimiento importante en el marco de una colaboración internacional. Un descubrimiento que desmontaría muchas creencias en torno a la enfermedad de Alzheimer, empezando por la certeza de que todo depende del famoso beta amiloide, este péptido que se acumula formando placas seniles. En un artículo publicado entonces en la revista Naturaleza, los investigadores de Sophia Antipolis revelaron la existencia de otro péptido clave, llamado AETA, y demostraron que el contacto directo con pequeñas cantidades de este péptido soluble reducía inmediatamente la actividad de las neuronas del sistema nervioso central. Más allá de proporcionar pruebas de que la enfermedad de Alzheimer es mucho más compleja de lo que se suponía anteriormente, este trabajo abrió el camino a otras vías terapéuticas. Pero con una condición previa: despejar el misterio del “modo de funcionamiento” de AETA. Y ésta es la nueva hazaña del equipo de Sophian, publicada en la revista Neurona.

“Desde su descripción en 2015, hemos intentado comprender cómo afecta este péptido a la actividad cerebral”, presenta Hélène Marie. Primer descubrimiento importante: “Modifica de forma muy particular un receptor llamado NMDA, muy implicado en el 99% de nuestras funciones cognitivas” ; De hecho, es a través de este receptor, que hace pasar iones a través de la membrana de las neuronas, que los neurotransmisores se unen y transmiten información al cerebro. “Descubrimos que al unirse a los receptores NMDA, AETA inhibe la función de sus canales iónicos y aumenta otra de sus funciones atípicas: el debilitamiento de las sinapsis, un proceso crucial para regular la conectividad entre neuronas, permitiendo la transmisión de información y el almacenamiento, particularmente de recuerdos. “

El péptido descubierto por los Azuréen actuaría así como llave para desbloquear esta función atípica. Luego, utilizando complejas técnicas quimiogenéticas. (2)los investigadores demostrarán que la producción de AETA aumenta cuando las neuronas se activan in vivo, proporcionando evidencia de que la regulación dependiente de AETA de la actividad del receptor NMDA es un mecanismo fisiológico esencial para el procesamiento de información cerebral.

Un papel en la patología cerebral.

Por tanto, en condiciones fisiológicas, la AETA desempeña un sutil papel regulador. ¿Pero podría contribuir a determinadas enfermedades? “Ya sabemos que el receptor que regula está en el centro de numerosas patologías neurodegenerativas: Alzheimer, Parkinson, Huntington, determinadas epilepsias… pero también psiquiátricas, como la depresión o la esquizofrenia. Por lo tanto, podemos preguntarnos sobre los posibles vínculos entre la niveles de este péptido, su actividad y la aparición de estas enfermedades”.

Un fuerte argumento a favor de esta hipótesis, especialmente en lo que respecta a la enfermedad de Alzheimer: “Se detectaron niveles elevados de AETA en pacientes enfermos. Al mismo tiempo, se demostró un debilitamiento de las sinapsis en el cerebro, lo que se correlaciona con la pérdida de memoria”.

Así podemos ver emerger parte de la crónica: el exceso de AETA, a través de su acción sobre los receptores NMDA, debilita las sinapsis, provocando una pérdida de conexiones entre las células nerviosas y, por tanto, una disminución de las funciones cognitivas. Por otro lado, cuando este péptido se encuentra en niveles insuficientes, “Podría producirse una hiperactivación de la ‘función del canal’ de los receptores NMDA y, por tanto, de las redes neuronales, con lo que también se alterarían las funciones cognitivas”.

¿El siguiente paso en estos importantes descubrimientos? Intentar encontrar moléculas innovadoras capaces de interferir con AETA y restaurar la actividad cerebral “normal” en situaciones patológicas. Gran investigación en la que participan varios científicos de todo el mundo, en torno al equipo de Hélène Marie.

1. Zonas situadas entre dos neuronas y que aseguran la transmisión de información de una a otra.

2. Herramienta genética activada por un compuesto químico para controlar la actividad de las neuronas.

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