Según un estudio de Microsoft realizado en 2015, esta duración había pasado de 12 segundos en 2000 a unos 8 segundos… De hecho, se trata sobre todo de una forma de fragmentación: si no te reciben en 8 segundos, seguimos adelante. a otra cosa.
Las notificaciones, las redes sociales y los contenidos cortos (como vídeos de TikTok o YouTube) nos han acostumbrado a cambiar de enfoque constantemente. Esta fragmentación dificulta concentrarse en una sola tarea durante largos períodos de tiempo, porque El cerebro se acostumbra más a los cambios rápidos que a la persistencia.. ¡A este fenómeno lo llamamos “cerebro de palomitas de maíz”!
Por lo tanto, el concepto de “cerebro de palomitas de maíz” se refiere a un estado mental en el que nuestro cerebro se acostumbra tanto a una estimulación constante y rápida (especialmente a través de pantallas y contenidos digitales) que comienza a perder la capacidad de concentrarse en tareas durante más tiempo o de forma más tranquila. El término se popularizó para describir los efectos del consumo excesivo de contenido digital de ritmo rápido (como notificaciones, videos cortos y noticias) en nuestra atención y bienestar mental.
En los últimos 50 años se ha visto un enorme aumento en la exposición a las pantallas y a la información, ya sea a través de la televisión, Internet o las redes sociales. Mientras que los períodos de tranquilidad y aburrimiento solían ser más comunes, ahora suelen estar ocupados por dispositivos digitales. Esta realidad genera una estimulación constante. Como resultado, el cerebro se acostumbra a las rápidas recompensas de la novedad, lo que perjudica nuestra tolerancia a tareas largas y menos estimulantes.
¡El déficit de atención generado por la era digital tiene un profundo impacto en nuestra memoria!
A medida que se ve afectada la capacidad de concentración, también se ve afectada nuestra memoria de trabajo, la memoria utilizada para gestionar la información a corto plazo. La atención dividida reduce la capacidad de almacenar y recordar información. La multitarea desarrollada por la tecnología, es decir la tendencia, fomentada por los dispositivos digitales y los contenidos de las redes sociales, a alternar entre varias tareas o intentar realizar varias simultáneamente, también reduce nuestra calidad de memoria. La multitarea afecta la calidad de la atención: aunque muchas personas piensan que pueden realizar múltiples tareas, los estudios muestran que esto a menudo resulta en un menor rendimiento y atención.
Las tecnologías actuales están diseñadas para atraer y mantener la atención.frecuentemente a través de mecanismos como notificaciones automáticas, actualizaciones en tiempo real e interfaces que permiten una fácil navegación entre múltiples tareas. Las redes sociales y aplicaciones también utilizan algoritmos de recomendación que incentivan el uso prolongado, incentivando al usuario a pasar de un contenido a otro sin transición.
La multitarea da como resultado :
- Cambio rápido entre aplicaciones y plataformas: por ejemplo, cambiar entre un correo electrónico, una búsqueda en Internet, un documento de trabajo y mensajes instantáneos.
- Recibir y gestionar notificaciones constantes: Las alertas de redes sociales, mensajes de WhatsApp, recordatorios o actualizaciones interrumpen nuestra atención y hacen que revisemos nuestros dispositivos.
- El consumo simultáneo de contenidos: escuchar música o ver una serie mientras se navega por Internet o se envían mensajes se ha convertido en una norma, aunque sobrecargue la atención.
- Esto también se hace evidente en nuestro mundo profesional al trabajar en paralelo con actividades como responder correos electrónicos durante una reunión, por ejemplo, o redactar un documento mientras se gestionan interacciones en plataformas de colaboración…
¿De dónde viene este nombre? Cerebro de palomitas de maíz ?
El concepto surge de la idea de que el cerebro se vuelve como una máquina de palomitas de maíz en la que el maíz explota constantemente en todas direcciones. Lo mismo ocurre con nuestra atención, que cambia constantemente de una idea a otra sin ninguna atención real y sostenida. El cerebro se acostumbra a recompensas frecuentes y rápidas, como los “me gusta” en las redes sociales o la satisfacción inmediata de ver un vídeo corto. Este hábito altera los circuitos neuronales de atención y recompensa, lo que hace más difícil regular la atención y afrontar el aburrimiento.
A largo plazo, esto puede afectar la productividad, las relaciones interpersonales e incluso el bienestar psicológico, al tiempo que aumenta los niveles de estrés y reduce la capacidad de saborear momentos tranquilos o no digitales.
¡Las empresas deben adaptar su comunicación a estas audiencias con cerebro de palomitas de maíz!
¡Es obvio! El fenómeno del cerebro de las palomitas de maíz tiene un impacto significativo en la comunicación empresarial porque cambia la forma en que los empleados, clientes y socios reciben, procesan y retienen la información. Es necesario que las empresas adapten su comunicación para captar eficazmente la atención de sus audiencias. Los mensajes largos ya no captan la atención de los consumidores ni de los empleadores. Hoy en día, por ejemplo, una parte importante de los empleados, especialmente los más jóvenes, ya no leen los correos electrónicos largos y demasiado detallados. Esto exige que las empresas simplifiquen y condensan sus mensajes internos, utilizando formatos visuales, como infografías, resúmenes o vídeos cortos.
Lo mismo ocurre con las comunicaciones a audiencias externas; Las campañas deben ser concisas y atractivas desde los primeros segundos para retener la atención. Las marcas y las empresas deberían favorecer el contenido “para picar” (es decir, breve y rápido de consumir), como vídeos cortos, mensajes directos y elementos visuales atractivos en las redes sociales.
El cerebro de las palomitas de maíz también plantea problemas de productividad para las empresas.
Tanto es así que cada vez más de ellos están desarrollando políticas para regular mejor el uso de herramientas digitales y canales de comunicación en estableciendo tiempos libres de distracciones o fomentando prácticas de desconexión.
Algunas empresas alientan a los empleados a limitar las notificaciones no esenciales en sus computadoras y teléfonos inteligentes. Otros establecen franjas de trabajo profundas, esos momentos sin reuniones y sin distracciones, a menudo temprano en la mañana, para que los empleados puedan dedicarse a tareas que exigen atención.
Ya es hora de trabajar en una verdadera cultura de la atención. con el fin de fortalecer las relaciones humanas, optimizar el desempeño profesional, preservar la salud mental y cognitiva y regular el consumo digital que está adquiriendo demasiada importancia… Hoy en día, tanto para el trabajo como para la vida privada, ¡pasamos una media de 6 horas y 40 minutos en línea todos los días!
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