Listos para el invierno: Sólo tienen dos pistas de esquí, ¡pero las cuidan!

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En La Forclaz, en el cantón de Vaud, el pasado sábado unos voluntarios entusiastas montaron de nuevo el pequeño telesilla de la escuela de cuerdas, limpiaron las pistas y prepararon el gran telesilla para el invierno.

Preparando las placas para el invierno: el remonte está listo para funcionar.

Los voluntarios trabajaron con buen humor.

Telesquí Forclaz. Se talaron árboles para garantizar la seguridad del sendero de subida.

Se talaron árboles para garantizar la seguridad del sendero de subida.

Telesquí Forclaz. Preparando las placas para el invierno: el remonte está listo para funcionar.

Preparando las placas para el invierno: el remonte está listo para funcionar.

Telesquí Forclaz. Los voluntarios trabajaron con buen humor.

Los voluntarios trabajaron con buen humor.

Telesquí Forclaz. Se talaron árboles para garantizar la seguridad del sendero de subida.

Se talaron árboles para garantizar la seguridad del sendero de subida.

En La Forclaz, en la localidad de Ormont-Dessous, nos encanta esquiar. Y no importa si el pueblo sólo tiene dos pistas de esquí, una roja y otra azul, ya nos frotamos las manoplas ante la idea de deslizarnos por ellas.

Otras estaciones de media altitud se están preparando para desmantelar algunas de sus instalaciones, como el Château d’Oex con el remonte de Monts-Chevreuils, como anunció recientemente “24 Heures”. Pero en La Forclaz todavía no pensamos en esta perspectiva: acaba de caer el acuerdo que garantiza la financiación del remonte hasta la temporada 2028-2029.

Voluntarios trabajando duro

El 2 de noviembre, bajo un hermoso sol, nada menos que veinte voluntarios estuvieron presentes en el campo para preparar todo antes de la esperada llegada de las primeras nevadas. Y los voluntarios no escatimaron esfuerzos.

Talaron árboles que amenazaban con caer en la pista de ascenso, instalaron colchones protectores alrededor de los pilones para garantizar la seguridad de los esquiadores, colgaron las placas y limpiaron el terreno para que cuando llegara el momento se pudiera esquiar sin obstáculos.

Una vez más, es hora de calentar la máquina quitanieves después de un largo sueño, ajustar las luces de la pista nocturna y subir el pequeño remonte para los esquiadores en ciernes, ¡y La Forclaz está lista para el invierno!

La jornada de trabajo concluyó con buen humor, en torno a una comida preparada por el propietario del chiringuito Pont Baillif, que permanecerá abierto durante la temporada de esquí. Lo único que falta es oro blanco.

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