El 3 de noviembre de 2024, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, en alianza con sus socios externos agrupados bajo la OPEP+, anunció una extensión de un mes de las reducciones voluntarias de producción. Ocho países, incluidos pesos pesados del mercado como Arabia Saudita, Rusia, Irak y Emiratos Árabes Unidos, mantendrán sus recortes hasta finales de diciembre de 2024.
El petróleo bajo presión en los mercados
Estas prolongadas reducciones, con un volumen total de 2,2 millones de barriles diarios, tienen como objetivo principal estabilizar los precios en los mercados del petróleo. Mientras que el Brent cotiza en torno a los 72 dólares y el WTI cerca de los 70 dólares, la OPEP+ considera esta medida como una palanca necesaria para frenar una posible nueva caída. Los países productores temen que el exceso de oferta deteriore aún más los precios en las próximas semanas, lo que podría complicar sus esfuerzos por garantizar ingresos petroleros estables.
La decisión de ampliar los recortes de producción ilustra la prudencia estratégica de la OPEP+, que prefiere evitar una rápida apertura de las compuertas. Inicialmente, la alianza había anunciado su intención de aumentar la producción a partir de octubre de 2024, pero los bajos precios y las sombrías previsiones de demanda motivaron esta reevaluación. Al optar por una extensión a corto plazo, la OPEP+ conserva cierta flexibilidad para ajustar su estrategia según las condiciones del mercado, al tiempo que envía una señal de apoyo a los precios. Este mantenimiento de la reducción, a pesar de las posibles presiones, también muestra una voluntad de preservar el equilibrio entre la rentabilidad inmediata y la resiliencia ante variaciones impredecibles de la demanda.
¿Subirán los precios del combustible?
No obstante, la decisión de la OPEP+ podría tener consecuencias para los consumidores. De hecho, una oferta restringida podría resultar en un aumento en los precios del combustible en el surtidor, en un momento en que varias economías importantes están experimentando presión inflacionaria. Si la reunión de la OPEP+ prevista para diciembre de 2024 en Viena confirmara una política de reducción más allá de fin de año, esto podría impulsar nuevos aumentos de precios.
Esta extensión de los recortes de producción también pone de relieve la complejidad de la dinámica actual en el sector petrolero. La OPEP+, aunque muestra un frente unido, enfrenta incertidumbres económicas globales, así como una transición energética global que podría reducir la dependencia del petróleo en el mediano plazo. Dado que el mercado del petróleo es particularmente sensible a las fluctuaciones de la demanda, los observadores de la industria están siguiendo de cerca la situación en China, que sigue siendo un motor clave de la demanda mundial de energía. Las incertidumbres vinculadas a las tensiones comerciales, las políticas monetarias de las principales economías y las elecciones en los Estados Unidos aumentan aún más las preocupaciones de los productores. Por lo tanto, la reevaluación de las estrategias de la OPEP+ para 2025 podría depender de la evolución económica y política internacional.