Las cosas están cambiando rápidamente estos días y nunca se pueden descartar consolidaciones intermedias, o incluso correcciones, pero nada sugiere que se vislumbre un pico para el metal amarillo.
Lo predijimos: 2024 es un gran año para los metales preciosos. El precio del oro está alcanzando máximos históricos, un fenómeno que interesa incluso a los medios de comunicación generalistas y que explica la avalancha hacia las oficinas de cambio. La subida del metal amarillo, pero también la situación en Oriente Medio y la inminencia de las elecciones presidenciales americanas, hablan a favor de las compras de oro y plata. En cuanto a los inversores que ya poseen oro, sólo pueden alegrarse por la magnitud de sus ganancias (más del 30% sólo este año).
Sin embargo, este aumento alienta a los tenedores de oro a preguntarse si no será el momento de sacar provecho de sus ganancias. ¡No, tres veces no!
Relativizar
¿Cómo podemos, para empezar, ignorar el hecho de que las tensiones geopolíticas están empeorando en todo el mundo? Las guerras en Ucrania, Oriente Medio, etc., son la cara dolorosamente visible de un mundo cada vez más conflictivo y aislacionista. El deseo de un cierto número de países no alineados, encabezados por China, de no reconocer más la hegemonía del dólar, también ayuda a explicar la magnitud del aumento del precio del oro.
Observemos entonces que la progresión del oro y la plata es anterior al regreso de los inversores privados a los mercados. Los ETF apenas están empezando a ver entradas netas una y otra vez: el oro es -2% y la plata es sólo +4%. Las sumas invertidas en ETF de oro rondan los 235 mil millones de dólares, menos que la capitalización de mercado de una empresa como Coca-Cola, por no hablar de Apple, Microsoft o NVIDIA. En términos monetarios, los 25 mil millones de dólares recaudados son menos que la capitalización de mercado de… ¡argenx!
También hay que tener en cuenta la superioridad de la plata sobre el oro y de las acciones mineras sobre los metales, situación que no se observa desde hace muchos meses. Sin embargo, el precio de la plata sigue estando un 30% por debajo de su máximo histórico e incluso el VanEck Vectors Goldminers, el ETF de minería de oro más famoso, aún no ha alcanzado el nivel alcanzado en 2021 (un 35% más que hoy).
Por último, pongamos en perspectiva el aumento del precio del oro (que sigue estando un 50% por encima del punto más alto alcanzado en 2011) recordando que en 1980, el Dow Jones se situaba en 800 puntos y el metal amarillo, en torno a los 800 dólares. Hoy en día, el oro vale 3,5 veces más (2.700 dólares); En cuanto al índice, se sitúa en 42.000 puntos, una multiplicación por mucho más de 50.