Por primera vez, investigadores franceses han demostrado un mecanismo que puede modificar la expresión de determinados genes placentarios.
Numerosos estudios demuestran que incluso antes de nacer, el feto es vulnerable al aire contaminado que respira su madre. Al inhalarse, las sustancias nocivas en suspensión pueden llegar al torrente sanguíneo de la mujer embarazada, atravesar la barrera placentaria y entrar en contacto con el feto. Si bien las consecuencias de esta exposición prenatal están bien documentadas (mayor riesgo de bajo peso al nacer, prematuridad, retraso del crecimiento e incluso trastornos del desarrollo neurológico), los mecanismos por los que actúan estos contaminantes del aire siguen siendo desconocidos hasta ahora.
Centrándose en tres contaminantes atmosféricos comunes, un equipo de investigadores del Inserm, el CNRS y la Universidad de Grenoble-Alpes proporciona algunas respuestas. Los científicos descubrieron que la placenta de madres expuestas a estos compuestos durante el embarazo mostraba alteraciones en la expresión de genes implicados en diversos…
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