¿Cuánto dura una hernia de disco?

Una hernia causa un dolor intenso en el cuello o la zona lumbar. El dolor puede durar varias semanas. Afortunadamente, se pueden considerar diferentes tratamientos para reducir los síntomas. Te lo explicaremos todo.

Hernia de disco: varias semanas de paciencia

Una hernia de disco se refiere a una lesión en un disco intervertebral. Estos discos son piezas de cartílago ubicadas entre cada vértebra. Cuando un disco se desplaza y comprime un nervio, se llama hernia. Pueden ocurrir en el cuello (cervical) o en la espalda (lumbar).

Una hernia provoca un dolor importante en la zona afectada. Estos pueden irradiarse hacia los brazos, las nalgas o las piernas y empeorar al toser o estornudar. Finalmente, estos dolores pueden hacer que tus piernas se sientan entumecidas y débiles.

Normalmente, el dolor provocado por una hernia de disco disminuye a los pocos días y desaparece por completo al cabo de unas semanas, entre cuatro y seis. Es recomendable reducir tu actividad por un tiempo. Este es el tiempo necesario para que el núcleo del disco intervertebral vuelva a su lugar habitual.

Si la hernia no se resuelve por sí sola, puede ser necesario un tratamiento.

¿Qué tratamientos para aliviar una hernia de disco?

Para tratar una hernia de disco, es posible utilizar medicamentos. El médico prescribe analgésicos, AINE (antiinflamatorios no esteroides), relajantes musculares o corticosteroides.

Las inyecciones de corticosteroides son un procedimiento que se realiza bajo rayos X. El medicamento se administra cerca del área dolorida para reducir la inflamación localmente. Los resultados son generalmente temporales, por lo que es necesario repetir las inyecciones para que sean efectivos.

La fisioterapia ayuda a recuperar la plena actividad y previene las recurrencias. Los profesionales podrán explicar ciertas técnicas para ponerse de pie, levantarse y caminar correctamente. Trabajan para fortalecer los músculos de la espalda baja, las piernas y los abdominales.

La cirugía es una opción si los síntomas no mejoran con tratamientos conservadores o cuando el dolor se vuelve intolerable. También se puede recomendar la cirugía cuando hay pérdida de sensibilidad en las piernas o cuando el paciente tiene signos de daño a los nervios.