Durante las últimas dos semanas, miles de peregrinos han acudido en masa a la Catedral de Luxemburgo para adorar frente a la estatua de Notre-Dame de Luxemburgo. Este domingo 5 de mayo de 2024, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa asistieron a la misa pontificia de clausura de la Octava, que marca el final de este período de peregrinación. El cierre de la Octava es un día ajetreado para la pareja gran ducal que asiste a misa, participa en la procesión y luego aparece en el balcón del palacio gran ducal.
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El Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa asisten a la misa pontificia de clausura de la Octava
Miles de peregrinos han acudido en masa a la Catedral de Luxemburgo durante las últimas dos semanas para celebrar la Octava. La clausura de esta celebración suele tener lugar en presencia de la familia Gran Ducal. Este año, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa asistieron solos a la misa pontificia. La gran duquesa María Teresa lució su conjunto verde de Natan, cuyo abrigo está decorado con plumas en las mangas.
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La jornada de clausura de la Octava se celebra tradicionalmente en presencia de la familia granducal, que rodea al Jefe de Estado. El Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa asisten por primera vez a la misa pontificia de la mañana. A las 15.00 horas tiene lugar una procesión en la capital. Finalmente, poco antes de las 18.00 horas, los soberanos hacen acto de presencia en el balcón del Palacio Gran Ducal. Algunos de sus hijos, hijastros y nietos participan en los distintos actos públicos del día.
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Este año, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa no estuvieron acompañados por sus hijos para asistir a la tradicional misa pontificia de renovación de la consagración a Notre-Dame. La Octava es una tradición religiosa con más de 350 años. La quincena de la Octava comienza el tercer domingo después de Pascua y, por tanto, finaliza dos semanas después.
Durante estas dos semanas, la estatua de Notre-Dame de Luxemburgo que se encuentra en la catedral se viste con ropas preciosas y se adorna con joyas. Al cierre de la Octava, al final de las dos semanas, es tradicional seguir una procesión. La estatua sale de la catedral y se muestra a todos los fieles siguiendo un recorrido por la ciudad.