RIAD: Con motivo del Ramadán, obras de arte creadas por treinta y tres artistas invadieron el lujoso centro comercial Centria de Riad.
Comisariada por el diseñador de interiores Amar Alamdar bajo el tema “Significado y espiritualidad”, esta exposición proporciona una plataforma para mostrar los verdaderos valores y la cultura del mes sagrado desde la perspectiva de diferentes artistas.
De acuerdo con el concepto de limosna, uno de los pilares del Islam, los beneficios de la subasta silenciosa de la exposición se donarán a la Fundación Benéfica Ekhaa para el Cuidado de Huérfanos.
Al artista Mechaal ben Diran le mueve la pasión por descubrir los misterios del color y la composición, que utiliza como medio de comunicación. Los pinceles, la pintura y el bolígrafo son sólo herramientas para inmortalizar tus emociones. Su obra se acerca al arte surrealista abstracto, carente de elementos claros y se caracteriza por una mezcla única de colores y composiciones.
“La espiritualidad surge de la cultura, ya sea religión, rituales antiguos o de otro tipo, y por eso es difícil de representar. Volví a la definición de espiritualidad que me atrae, es decir, la oración y todos sus elementos de reverencia, serenidad, concentración y limpieza. Es un ambiente espiritual muy integrado”, explica a Arab News.
Su pintura muestra colores pastel suaves pero luminosos, en una interpretación casi fantasiosa. Esta obra se sitúa en el lugar del acto espiritual, la mezquita, y presenta elementos como la entrada a la mezquita, corazones colgados de las arcadas y rosarios que recuerdan los que lleva consigo.
Cuentas idénticas conducen circularmente a la entrada, lo que significa que cualquier cuenta podría ser cualquiera de nosotros, o incluso un imán. Este elemento también pone de relieve la ausencia de división en la religión musulmana.
Este estilo tiene sus raíces en el movimiento, haciendo que el contenido de la obra parezca flotante.
“La espiritualidad es subjetiva, por eso todas las páginas del libro de pintura están en blanco. Es una idea en la que creemos y que transmitimos de generación en generación”, enfatiza.
Salama Hassan, una artista autodidacta de bellas artes, traspasa los límites de la caligrafía árabe hasta tal punto que su trabajo trasciende la simple tipografía y se vuelve conceptual.
Utilizando las características de la tipografía china para formar varios versos del Corán, la Sra. Hassan inspira al público a contemplar el idioma y los versos en cuestión. Su obra se vuelve como un rompecabezas, obligándonos a pensar en el significado y ubicación de cada letra.
Salam Hassan dijo anteriormente a Arab News: “Me apasiona la caligrafía árabe. Decidí pensar fuera de lo común. Me gustan las culturas orientales como las de Japón y China y su caligrafía, además del árabe. Quería demostrar que las letras árabes son válidas en todos los tiempos y espacios. Estoy tratando de crear conciencia sobre esto”.
Dibujó los versos del Corán verticalmente, y cada línea contenía una o dos letras, lo que llevó al espectador a enunciar cada letra y palabra. El método de unir lenguas constituye una interesante oportunidad para el intercambio cultural.
La exposición presenta obras inmersivas con las que los visitantes pueden interactuar a través de las pantallas de sus móviles, mediante una aplicación. La obra del artista digital Mohammed Wahas muestra a una mujer angustiada, con dos cuervos posados sobre su cabeza: uno está en silencio, mientras el otro llora para expresar la inestabilidad mental causada por pensar demasiado. Cuando el espectador apunta con su teléfono móvil al cuadro, los dos pájaros cobran vida, flotando entre la serenidad y la desesperación.
En cuanto a la obra Peace of Mind de la artista Sarah al-Alchaikh, da vida a una mujer sin rostro, que lleva un rosario, para contar una historia mucho más amplia. La obra está inspirada en la cita del poeta Rumi: “Crees que eres una entidad pequeña, pero dentro de ti está el universo entero”.
Hams Muryh, originaria de Asir, se inspiró en sus raíces. Su trabajo documenta la artesanía tradicional del sur incorporando Al-Haseer, una técnica tradicional de tejido a mano que utiliza hojas de palmera datilera, y Al-Qatt al-Asiri, un estilo artístico saudita típicamente pintado por mujeres de la región sur del Reino, que su abuela le enseñó.
Las dos obras expuestas, Kiswa e Intima, pretenden ilustrar la autenticidad del patrimonio saudita y la profundidad de su cultura.
“Quería exhibir estas dos obras utilizando diferentes materiales, desde papel fino hasta alfombras ásperas. Sin embargo, Al-Qatt al-Asiri refleja el impacto tanto intangible como material sobre la gente de la región de Asir. Es un arte que ayuda a celebrar la renovación y decoración de las paredes antes de las festividades del Eid y ocasiones festivas en un estilo distintivo y moderno que refleja el talento artístico arraigado en ellas”, dijo a Arab News.
El artista Amal Alem expuso ocho pinturas que representan la antigua alfombra de oración, presente en todos los hogares musulmanes del mundo, así como el rosario que acompaña a los fieles durante sus oraciones. La alfombra de oración se ha convertido en un símbolo que recuerda la universalidad del Islam.
“Estas alfombras son las de nuestros mayores. Los jóvenes no son conscientes de ello, pero podemos transmitir nuestra espiritualidad y estas ideas a través del arte”, afirma Amar Alamdar.
La exposición, que finalizó el día 24 del Ramadán, presentó numerosas obras que interpretan la noción de espiritualidad.
Este texto es la traducción de un artículo publicado en Arabnews.com
