ASIA/LÍBANO – El general Aoun elegido presidente. Padre Zgheib: la “neutralidad positiva” es ahora la fórmula clave
Beirut (Agencia Fides) – El general Joseph Aoun, comandante del ejército libanés desde 2017, ha sido elegido Presidente de la República, cargo que estaba vacante desde hacía más de dos años. Sucede a su homónimo Michel Aoun, que también tiene un pasado como general durante los años de la guerra civil libanesa.
Joseph Aoun es el cuarto general que ocupa el cargo de líder de la nación desde 1990, tras el fin de la guerra civil.
La candidatura de Joseph Aoun, según coinciden los analistas geopolíticos, recibió el apoyo internacional de Estados Unidos y Arabia Saudita. Antes de la votación, el enviado de Estados Unidos al Líbano, Amos Hochstein, y el enviado saudita, Yazid bin Mohammed bin Fahd Al-Farhan, llegaron a Beirut para reunirse con líderes políticos libaneses.
En las últimas semanas, los analistas y comentaristas libaneses han seguido considerando al alto ejecutivo del Banco Mundial, Jihad Azour, que tiene buenas conexiones con las redes financieras internacionales, como la única alternativa potencial al general Aoun.
El orden institucional libanés prevé que la función de Presidente de la República está reservada a un cristiano perteneciente a la Iglesia maronita.
El nuevo presidente fue elegido el jueves 9 de enero por los diputados del Parlamento de Beirut en una segunda sesión, con una mayoría de 99 votos sobre 128. Para su elección, aunque bastó una mayoría simple de 65 votos, contó con el apoyo de los diputados. También fue importante la participación de los partidos políticos chiítas Hezbollah y Amal, que habían emitido al menos 30 votos en blanco en la primera votación. El apoyo al nuevo presidente provino sobre todo de las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea, mientras que no contó con el apoyo del Movimiento Patriótico Libre, el otro partido cristiano fundado por Michel Aoun, que había formado parte de la mayoría gubernamental con Hezbollah en los últimos años.
Joseph Aoun goza del reconocimiento popular desde las protestas que comenzaron en octubre de 2019 y que afectaron a toda la nomenclatura política libanesa, respecto de las cuales su figura fue presentada como “no colusoria”. Su cultura militar, según algunos analistas, le capacita para gestionar la delicada fase que comenzó con el alto el fuego en vigor desde el 27 de noviembre, tras las operaciones militares israelíes en territorio libanés dirigidas a atacar bases e instalaciones de Hezbolá. Entre las condiciones que deben cumplirse para transformar la tregua en el fin de las hostilidades está la retirada de las milicias de Hezbolá más allá del río Litani, a 30 kilómetros de la frontera con Israel.
Las consultas para el nuevo gobierno comienzan la próxima semana. Según los rumores que circulan en los medios de comunicación libaneses, los partidos chiítas aspiran a hacerse con el liderazgo del – crucial – Ministerio de Economía.
“Si consideramos el presente y el futuro del país, lo notable es que la comunidad internacional se ha involucrado una vez más en el Líbano. Ahora existe la posibilidad de desencadenar procesos para poner fin a la crisis, pero los jugadores presentes en el tablero nacional siguen siendo los mismos”, subraya el sacerdote maronita Rouphael Zgheib, director de las Obras Misionales Pontificias libanesas y profesor de la Universidad jesuita Saint-Joseph. , en una entrevista a la Agencia Fides. “Debemos esperar”, añade el padre Zgheib, “que la evolución de los escenarios internacionales ayude al Líbano a establecerse en una condición de “neutralidad positiva”, como el Patriarca Béchara Boutros Raï ha sugerido y esperado durante mucho tiempo. El nuevo presidente también habló de “neutralidad positiva”. Me parece que ahora esa es la palabra clave”.
Respecto al papel de Hezbolá y a las consignas de los comentaristas occidentales que hablan de su “desmantelamiento” provocado por las ofensivas militares israelíes, el padre Zgheib considera útil tener presente que el partido chiita “no es sólo un grupo armado y no es algo Importado del exterior, tiene raíces populares en el Líbano”. Y llegar a un acuerdo sobre el desarme de las milicias de Hezbolá es una de las difíciles tareas que afronta el nuevo presidente general. (GV) (Agencia Fides 10/1/2025)
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