Este fin de semana se registraron tres muertes entre la estación de esquí de Parsenn en Graubünden y la de Betelberg en el cantón de Berna.
En Klosters (GR), un joven alemán de 24 años perdió la vida el sábado tras una colisión con otro esquiador. Bajo la violencia del impacto, este último fue arrojado contra un cartel acolchado. No fue posible resucitarlo, según informó el domingo la policía de Grisones. En segundo lugar, en Tschiertschen (GR), el mismo día, un hombre de 55 años murió a causa de las heridas sufridas el día anterior (viernes) durante una caída.
En tercer lugar, en la estación de esquí de Betlberg (municipio de Lenk), el domingo 29 de diciembre, un esquiador fue encontrado inconsciente en una pista por terceros, comunicó la policía de Berna. Rega fue enviada al lugar para transportar a la joven suiza de 17 años al hospital. Este último murió el 3 de enero, tras las heridas sufridas al golpear el cable del cabrestante de una máquina quitanieves.
La policía cantonal de Berna, bajo la dirección de la fiscalía de Oberland, y la justicia de los Grisones han abierto una investigación para determinar las causas de la muerte.
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