Este domingo se celebra en Abuja, capital de Nigeria, la 66ª cumbre de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental. Una reunión en un contexto de amenaza de división alimentada por Malí, Níger y Burkina Faso.
Los tres países liderados por juntas militares han decidido dar un portazo el 29 de enero en beneficio de la AES, la Alianza de Estados del Sahel. Y con razón, la actitud adoptada por la CEDEAO, durante el golpe de Estado en Níger, entre sanciones económicas y amenaza de intervención militar.
Una decisión calificada de “irreversible” el viernes por los desertores. Pero no sólo eso, el sábado el maliense Assimi Goita presentó las condiciones a favor de la libre circulación dentro de la AES en gestación.
Aumento de la presión sobre los líderes de África occidental reunidos en Abuja. Que esperan el informe del senegalés Bassirou Diomaye Faye, encargado de intentar reconducir a Bamako, Niamey y Uagadugú.
¿En la cumbre de Abuja se decidirá la salida de estas tres ciudades? Si bien esta salida no estará exenta de consecuencias económicas. La AES tiene 72 millones de habitantes.
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