La FIFA adjudicó oficialmente este miércoles la organización de los Mundiales de 2030 y 2034 durante un congreso virtual extraordinario. Seis países, en tres continentes, acogerán la edición de 2030 y Arabia Saudita organizará la edición de 2034.
Reunidas por videoconferencia, las 211 federaciones miembros ratificaron por aclamación esta doble designación, sin el menor suspenso. Los dos expedientes eran los únicos en liza tras una serie de retiradas y, para 2034, un procedimiento relámpago limitado a Asia y Oceanía, en nombre de la rotación continental.
Marruecos, España y Portugal
El “Mundial Centenario” unirá a seis países: Marruecos, España, Portugal, Uruguay, Argentina y Paraguay. Las tres naciones sudamericanas albergarán sólo tres partidos inaugurales para celebrar el centenario del primer Mundial, nacido en 1930 en Uruguay.
Con 11 de los 20 estadios propuestos, España debería ser la principal anfitriona después de haber organizado ya el Mundial de 1982. Marruecos, cinco candidatos fracasados a la organización, se convertirá en el segundo país del continente africano en acogerlo, tras Sudáfrica en 2010. .
La fórmula tricontinental 2030 fue recibida el año pasado con preguntas sobre su impacto ambiental, así como sobre el coste para sus partidarios, pero es sobre todo la designación de Arabia Saudita lo que concentra críticas y temores.
“Vive en peligro”
Arabia Saudita, superpotencia en la creación del deporte mundial, se convirtió en el único candidato tras la renuncia de Australia e Indonesia y el abandono de las ambiciones futbolísticas de China. El reino ultraconservador, lanzado a una estrategia de diversificación económica y de mejora de su imagen, sólo dispone actualmente de dos de los 14 estadios con al menos 40.000 asientos necesarios.
Pero esta atribución “pone en peligro vidas y revela el vacío de los compromisos de la FIFA en materia de derechos humanos”, afirmaron el miércoles en un texto conjunto 21 organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Alianza Deporte y Derechos. y Football Supporters Europe (FSE).
En su informe de evaluación, la FIFA estima que los compromisos sauditas en materia de derechos humanos requerirán “un esfuerzo significativo en tiempo y energía” de aquí a 2034, pero ve “una probabilidad significativa de que la competición sirva como catalizador para las reformas actuales y futuras”. .
Suiza aprueba, pero critica
A diferencia de la federación noruega, que criticó un proceso “defectuoso e incompatible” con los principios de “responsabilidad, transparencia y objetividad”, la Federación Suiza de Fútbol (ASF) anunció el martes que aprobaría estas dos candidaturas. El presidente Dominique Blanc, sin embargo, indicó en el sitio web de la ASF que había enviado una carta a la FIFA sobre ciertos puntos de la candidatura saudita.
“En concreto, pedimos a la FIFA y a los organizadores que, además de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), creen órganos independientes de control y apelación”, afirmó en particular.