Un lugar mejor en el mundo

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En un mundo donde la competencia económica es feroz, donde los intercambios se abren y se vuelven más complejos, Marruecos avanza, guiado con discernimiento por su Soberano, hacia un lugar cada vez más asertivo en la escena internacional. Este ascenso de poder se lleva a cabo con rigor y visión, lo que refleja una ambición estratégica de transformaciones económicas y posicionamiento entre las economías en ascenso.

Los resultados están ahí, visibles: las últimas Industry Days mostraron mejoras en los indicadores, avances en la estructuración de los sectores industriales y resultados que, sin duda, no pasarán desapercibidos para los numerosos inversores extranjeros que codician las economías exitosas.

Las opciones estratégicas de Marruecos, en particular en materia de soberanía económica y estabilidad política, han dado sus frutos. Esta estabilidad resulta hoy crucial, porque es una de las primeras garantías para atraer inversiones internacionales en un clima de confianza.

Los socios del Reino no sólo ven un país políticamente estable, sino también una economía organizada y en expansión que sigue una hoja de ruta clara hacia sectores prometedores como la industria, la energía verde, la agricultura moderna y, más recientemente, la digital. Esta base de credibilidad política y estabilidad permite a Marruecos reforzar su papel como centro regional de inversiones y posicionarse como un actor serio y atractivo para las empresas y los grandes grupos extranjeros.

A nivel internacional, esta credibilidad política también ha fortalecido la causa nacional: la de la soberanía marroquí sobre el Sáhara. El reconocimiento cada vez más marcado de esta soberanía, en particular por parte de naciones influyentes como Estados Unidos, Francia y España, confirma la eficacia de la diplomacia marroquí y subraya la resonancia positiva de la voz de Marruecos en el concierto de las naciones.

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Este apoyo progresivo y, sobre todo, sólido refleja el creciente lugar que ocupa Marruecos, país en el que estas potencias ven un socio fiable y predecible, en línea con los grandes principios de cooperación y respeto mutuo.

El crecimiento industrial de Marruecos, orientado hacia la soberanía tecnológica y la mejora continua de los resultados, completa esta dinámica. Las políticas de industrialización apuntan a construir una verdadera independencia en las cadenas de suministro, en particular fortaleciendo las industrias del automóvil, la aeronáutica y los suministros agrícolas.

Esta visión estratégica está respaldada por un movimiento hacia la digitalización de servicios y procesos, en el que Marruecos invierte masivamente en infraestructura digital y promueve una ambiciosa estrategia digital. La iniciativa “Marruecos Digital 2030” es un pilar que tiene como objetivo situar al Reino a la altura de las grandes naciones en términos de innovación y transformación digital.

Los avances de Marruecos también encuentran eco y apoyo en sus socios históricos, empezando por Francia. En este contexto, la relación franco-marroquí ya no se limita a la cooperación bilateral tradicional, sino que se está reinventando para abrazar asociaciones que beneficien a ambas naciones.

Francia ve a Marruecos no sólo como un aliado estratégico en la región, sino también como una fuente de crecimiento e innovación, particularmente en las áreas de energía verde y agricultura sostenible. Marruecos y Francia avanzan juntos hacia objetivos de prosperidad compartidos, consolidando una alianza beneficiosa para todos que demuestra su interconexión política y económica.

Es un Marruecos resiliente, moderno y emprendedor que confirma cada día su lugar en el mundo.

Por Hicham Rahioui Idrissi

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