En medio de una paradoja, los países europeos luchan por acoger a los fabricantes chinos

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Los países europeos quieren atraer a toda costa a los fabricantes chinos a su territorio. Las guerras comerciales entre el Viejo Continente y China acelerarán este proceso.

La llegada masiva de fabricantes chinos a Europa preocupa a la industria europea. Para luchar contra los precios ventajosos de las marcas del Reino Medio, el Viejo Continente tomará represalias aumentando los derechos de aduana para estas marcas. Una tasa que dependería de las subvenciones que reciban los fabricantes en su país. Las últimas comunicaciones muestran impuestos de hasta un 38% más para SAIC, en particular.

Esta amenaza aún no se ha implementado, pero las marcas chinas ya se están armando. Y la decisión obvia es venir y producir los coches en Europa. Esto les permitiría no aumentar demasiado los precios, menos que con el aumento de los derechos de aduana.

Según la empresa AlixPartners, las ventas de coches chinos casi se duplicarán este año. Suficiente para hacer reaccionar a los fabricantes, que cerrarán acuerdos con los países europeos.

Negociaciones que se reducen a subvenciones

Es el caso de BYD, que ya ha fichado por una fábrica en Hungría. Este país también apuesta fuerte por la llegada de marcas chinas. En particular, firmó un acuerdo con CATL, el gigante chino de las baterías. Para acomodarlos, Hungría ofrece subsidios laborales, recortes de impuestos y reglas relajadas sobre áreas que pueden acoger la inversión extranjera en el país.

Pero Hungría no está sola en la negociación. España, por su parte, ha llegado a un acuerdo con Chery. Aquí también deben haber entrado en juego las promesas de subsidios del Estado. De hecho, España tiene un plan de 3.700 millones de euros para ayudar a la producción de coches eléctricos. España también tiene un acuerdo con Envision, que fabrica baterías. Y CATL, a través de una empresa conjunta con Stellantis, debería instalar allí una fábrica de baterías.

Otros países quieren dar la bienvenida a los fabricantes chinos de coches eléctricos. Italia está solicitando y negociando con Chery una segunda fábrica, según Reuters. Además, Roma intentaría atraer al fabricante DongFeng a sus redes.

El objetivo para Italia es revitalizar su sector del automóvil. Con un presupuesto de 6.000 millones de euros al año, el país tiene suficiente para fomentar estas decisiones. Por el momento, nadie ha querido comentar sobre estas discusiones, ni el Ministerio de Industria italiano ni las marcas Chery y Dongfeng.

¿Candidatos de Alemania y Turquía?

Además, el gigante SAIC, que corre el riesgo de pagar los aranceles aduaneros más elevados, quiere contraatacar. El grupo propietario de la marca MG también está en conversaciones con países europeos. Le gustaría desplegar nada menos que dos fábricas en el Viejo Continente.

SAIC podría anunciar su primera infraestructura europea ya este verano. Se rumorea que comprará una fábrica existente con el objetivo de producir 50.000 coches al año. Parece que SAIC está actualmente en conversaciones con cuatro países. Además de Hungría, Italia y España, Alemania estaría en la carrera. Al igual que sus rivales, SAIC no responde a los rumores y deja dudas.

BYD también está en conversaciones para una segunda fábrica europea. La estructura en Hungría, de la que hablamos anteriormente, aún no está operativa. La producción debería comenzar allí a finales de 2025. Pero la marca ve a Europa como un mercado importante y quiere establecerse allí rápidamente. El mes pasado, un primer rumor sobre este tema establecía vínculos entre BYD y Turquía.

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