Se espera que Donald Trump nomine al senador Marco Rubio como secretario de Estado, según fuentes cercanas a la administración entrante. Marco Rubio se convertiría entonces en el primer latino en ocupar este cargo. Marco Rubio, de 53 años, es senador republicano por Florida desde 2011. También figuraba en la lista corta de posibles vicepresidentes de Donald Trump.
Hijo de inmigrantes cubanos que huyeron del régimen de Fidel Castro (su familia abandonó Cuba en 1962), creció en Miami y encarnó el ascenso de la comunidad cubana en la vida política estadounidense. Licenciado en derecho por la Universidad de Miami, primero fue miembro de la Cámara de Representantes de Florida, donde fue elegido presidente en 2006, antes de ingresar a la política nacional.
El oponente de Trump en las primarias de 2016
Antes del primer mandato de Donald Trump, Marco Rubio se presentó a las primarias republicanas, pero fracasó frente al futuro presidente, con quien mantuvo una relación tumultuosa. Marco Rubio, inicialmente un crítico virulento, gradualmente alineó sus posiciones con las de Donald Trump, consolidando su lugar entre los líderes del Partido Republicano.
Según muchos observadores, Marco Rubio es conocido por su enfoque intervencionista en política exterior, especialmente hacia China, Irán, Cuba y Oriente Medio, aunque ha suavizado sus posiciones para alinearse con la visión más cautelosa de Donald Trump sobre los conflictos militares.
Una cita con implicaciones internacionales
Marco Rubio, actualmente presidente del Comité de Inteligencia del Senado, tiene experiencia y posiciones sólidas en importantes cuestiones geopolíticas. Por ejemplo, fue sancionado por China en 2020 por su apoyo a las protestas a favor de la democracia en Hong Kong. Además, es un crítico abierto del gobierno cubano y del de Nicolás Maduro en Venezuela, y aboga por sanciones más duras y apoyo a los opositores de estos regímenes.
De hecho, Marco Rubio podría prestar especial atención a América Latina, una región a menudo descuidada por las administraciones estadounidenses. Por tanto, apoya un fortalecimiento de los vínculos económicos y democráticos en la región. Una posición que sugiere que buscará reposicionar a América Latina como una prioridad estratégica para Estados Unidos.
¿Qué pasa con la guerra en Ucrania?
Respecto al conflicto en Ucrania, dijo en septiembre: “No estoy del lado de Rusia, pero la realidad es que la guerra en Ucrania terminará con un acuerdo negociado. » Sin embargo, Marco Rubio también se opuso a un importante paquete de ayuda militar de 95.000 millones de dólares para Ucrania, argumentando que los aliados europeos deberían soportar una parte más justa de la carga de la defensa.
Sabiendo que Donald Trump y Marco Rubio no comparten la misma visión de las relaciones internacionales, ¿deberíamos ver esto como un cálculo político del presidente electo? De hecho, su pragmatismo podría ser mal recibido por ciertos aliados de Donald Trump, que ven en él una figura menos alineada con la visión aislacionista del presidente electo. Pero su nominación es también un gesto político significativo hacia los votantes latinos. “Al nombrar a Marc Rubio, Donald Trump está enviando un mensaje claro: los latinos tienen su lugar en la cima de su administración”, dijo a Reuters Mauricio Claver-Carone, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo y cercano a Marco Rubio.