Desde su meteórico surgimiento, la inteligencia artificial (IA) ha revolucionado muchos sectores. Sin embargo, su impacto energético, a menudo subestimado, preocupa a los expertos. En Estados Unidos, esta revolución tecnológica está ejerciendo presión sobre una red eléctrica ya debilitada por una infraestructura obsoleta.
Presión creciente sobre la red
El desarrollo exponencial de la inteligencia artificial requiere centros de datos masivos para almacenar y procesar volúmenes gigantescos de datos. Según Bloomberg, en marzo de 2024 Estados Unidos tenía alrededor de 5.381 centros de datos, o 17 veces más que en Francia. Estas instalaciones son verdaderos ogros energéticos. Por ejemplo, un centro de datos de 5.000 m² consume tanta electricidad como una ciudad de 11.500 habitantes.
Las perturbaciones, llamadas distorsiones de voltaje, se intensifican cerca de estos centros. Estas fluctuaciones energéticas afectan a casi 3,7 millones de hogares estadounidenses, según Whisker Labs, una organización dedicada a monitorear la red eléctrica. Las consecuencias pueden ser dramáticas: sobrecarga de aparatos, averías frecuentes e incluso incendios domésticos.
¿Por qué persisten estas perturbaciones?
El suministro de energía de Estados Unidos está luchando por mantenerse al día. Las centrales eléctricas envejecidas, combinadas con una demanda creciente (vehículos eléctricos, objetos conectados), crean un cóctel explosivo. Aman Joshi, director comercial de Bloom Energy Corp., dijo: “ Ninguna red está diseñada para manejar fluctuaciones de carga tan intensas, especialmente cuando provienen de múltiples centros de datos simultáneamente. ».
Además, las necesidades fluctuantes de los centros de datos dificultan la regulación. Picos de consumo, dientes de sierra, desequilibran la red y aumentan el riesgo de apagón. En algunas áreas, como California, los cortes selectivos se están convirtiendo en la norma para evitar sobrecargas.
¿Hacia una inminente crisis energética?
Ante esta crítica situación se barajan varias soluciones:
- Inversiones masivas en infraestructura moderna y resiliente.
- Optimización energética centros de datos que utilizan tecnologías como la refrigeración natural o las energías renovables.
- Descentralización de la red con microrredes capaces de soportar cargas localizadas.
Sin embargo, estas medidas requieren tiempo y recursos. La urgencia está ahí: si no se hace nada, Estados Unidos podría enfrentar una crisis energética sin precedentes, lo que frenaría el desarrollo de la inteligencia artificial y sus aplicaciones.
Elemento | Números |
---|---|
Número de centros de datos en los Estados Unidos | 5 381 (2024) |
Consumo medio de un centro de datos (5.000 m²) | Equivalente a un pueblo de 11.500 habitantes |
Viviendas afectadas por distorsiones de tensión | 3,7 millones |
Riesgo principal | Apagones e incendios domésticos |
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