Las autoridades israelíes ampliaron este martes su orden de cerrar la oficina de Al-Jazeera en Ramallah, en Cisjordania, pocos días después de que la Autoridad Palestina suspendiera allí durante cuatro meses la emisión del canal qatarí. La prórroga rige, a partir del 22 de diciembre, por cuarenta y cinco días.
Según un periodista de la Agence France-Presse, los soldados israelíes colocaron la orden de prórroga el martes por la mañana en la entrada del edificio que alberga las oficinas de Al-Jazeera en el centro de Ramallah, una ciudad bajo control total de la Autoridad Palestina en materia de seguridad.
En septiembre, las fuerzas israelíes allanaron las oficinas del canal en Ramallah y emitieron una orden inicial de cierre de 45 días. En ese momento, se ordenó al personal que abandonara las instalaciones y se llevara sus pertenencias personales.
El gobierno israelí aprobó previamente una decisión en mayo que prohibía a Al-Jazeera transmitir desde Israel y cerró sus oficinas por un período similar de cuarenta y cinco días, prorrogado por cuarta vez por un tribunal de Tel Aviv en septiembre.
En septiembre, el gobierno israelí anunció que revocaría las acreditaciones de prensa de los periodistas de Al-Jazeera en el país. El gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ha estado durante mucho tiempo en desacuerdo con el canal qatarí, una disputa que se ha intensificado desde el inicio de la guerra de Gaza provocada por el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
El ejército israelí ha acusado repetidamente a los periodistas del canal en la Franja de Gaza de ser “agentes terroristas” afiliados a Hamás o a la Jihad Islámica. El canal qatarí niega estas acusaciones y acusa a Israel de atacar sistemáticamente a su personal en el territorio palestino en guerra.
La Autoridad Palestina, por su parte, decidió el 2 de enero suspender las retransmisiones y las actividades de Al Jazeera en los territorios palestinos, acusándola en particular de“incitación a la sedición” y“interferencia” en su negocio. Al-Jazeera denunció esta medida, criticando una “intento de ocultar la realidad” en la Cisjordania ocupada.
