Un pasajero estadounidense, Nicholas Owoyemi, decidió presentar una denuncia contra Air France tras un viaje marcado por retrasos en las conexiones en el aeropuerto París-Charles de Gaulle, convirtiendo su viaje en una experiencia exigente física, emocional y económicamente.
Costosos retrasos para Air France
El 20 de septiembre, Nicholas Owoyemi, de 66 años, abordó un vuelo de Air France desde Nueva York-JFK a París-CDG, con una conexión prevista hacia Lagos, Nigeria. Sin embargo, el viaje rápidamente se convierte en una pesadilla: el vuelo a Lagos, inicialmente previsto para las 21:40 horas, se retrasa y no aterriza finalmente hasta la 01:00 horas. Obligado a pasar la noche en un hotel con su acompañante, el pasajero se enfrenta a costes inesperados.
El regreso a Nueva York resultó igualmente problemático. Un retraso en la conexión en París provoca una espera de más de cinco horas en el aeropuerto CDG. Finalmente, Air France vuelve a registrar al pasajero en un vuelo de Delta Air Lines, su socio, para garantizar su regreso a Estados Unidos.
Según documentos judiciales presentados, estos percances tuvieron un impacto considerable en la ya frágil salud de Nicholas Owoyemi. “Debido a su mala salud y a su estado cardíaco, Nicolas Owoyemi sufrió pena y malestar y cayó enfermo durante su estancia en el aeropuerto de París”, se afirma en la denuncia.
El pasajero afirma además haber caminado en varias ocasiones largas distancias entre las terminales de Air France y Delta Air Lines, lo que habría empeorado su estado.
En la Corte Suprema de Staten Island, Nicholas Owoyemi solicita 600.000 dólares por daños y perjuicios a Air France. Acusa a la empresa de negligencia y afirma que los retrasos y la mala gestión de su viaje le provocaron presión emocional y financiera que considera inaceptable.