A partir de 2025, el cheque energético ya no se distribuirá automáticamente. Este cambio en el método de asignación podría molestar a los beneficiarios actuales y futuros, que ya enfrentan altos costos de energía. ¿Quién tendrá que presentarse ahora para recibir esta ayuda esencial?
Cheque energético: fin del reparto automático para nuevos beneficiarios
Desde su creación en 2018, el cheque energético se envió automáticamente en abril a los hogares elegibles (alrededor del 20% de los hogares con ingresos más bajos), identificados sobre la base de su impuesto de referencia sobre la renta y el impuesto sobre la vivienda. Pero la paulatina eliminación de este impuesto para la residencia habitual ha cambiado la situación. A partir de 2025, Sólo ciertos hogares seguirán recibiendo el cheque sin ningún trámite.. Para otros, en particular los nuevos beneficiarios, será imperativo declararse en una plataforma específica. Este cambio tiene como objetivo orientar mejor las ayudas, pero corre el riesgo de aumentar la tasa de no utilización, ya elevada para otras prestaciones sociales, como el RSA (34%) o la edad mínima de vejez (50%). En 2024, 1 millón de personas elegibles no habrán recibido el cheque al que tenían derecho.
Los futuros beneficiarios deberán cumplir con un procedimiento de solicitud en línea, que incluye proporcionando un comprobante de domicilio y el número del punto de entrega de electricidad de su domicilio. Esta obligación de autodeclaración tiene como objetivo limitar los errores y evitar duplicaciones, como explica Agnès Pannier-Runacher, ministra de Transición Ecológica. Sin embargo, para muchos hogares precarios, la digitalización de los procedimientos administrativos puede constituir un obstáculo.
Impacto potencial en los hogares de bajos ingresos
Para muchos hogares, suspender la asignación automática del cheque energético podría suponer una pérdida de varios cientos de euros, con un importe máximo de 277 euros. Estas familias tendrán que asegurarse de cumplir con los criterios fiscales para beneficiarse del sistema. Sin embargo, los términos precisos de asignación siguen siendo complejos, en particular la identificación por el punto de entrega eléctrica y los ingresos fiscales. Una reforma que, a pesar de sus buenas intenciones, podría dejar de lado a una parte de los hogares necesitados, ya debilitados por el aumento de los costes energéticos.
Aunque el importe del cheque energético, que oscila entre 48 y 277 euros, no cambia, sí cambia su forma de reparto y sus criterios de adjudicación. A partir de ahora serán determinantes el impuesto de referencia sobre la renta y la situación energética de la vivienda. Si los antiguos beneficiarios que aún cumplen las condiciones recibirán automáticamente su ayuda, los nuevos tendrán que ser diligentes para no perderla. La fecha límite para presentar una reclamación es el 31 de diciembre de 2024.