Durante la visita del Papa Francisco a Luxemburgo el 26 de septiembre, el Gran Duque Enrique, en su calidad de Jefe de Estado, ofreció como regalo oficial al Santo Padre un grabado del siglo XVIII realizado por Jean-Georges Weiser. El Primer Ministro, Luc Frieden, reveló este lunes que “un peritaje independiente ha fijado el valor a asegurar para dicho grabado en 3.000 euros”, añadiendo que “si tenemos en cuenta todos los costes (restauración del grabado, realización una caja), el regalo oficial asciende a 4.500 euros.
Además, en respuesta a una pregunta formulada por la diputada del LSAP, Liz Braz, el Primer Ministro admitió que “ninguna regla financiera regula el valor de los obsequios oficiales ofrecidos por el Jefe de Estado durante las visitas de estado” y que, además, estos obsequios oficiales “son imputados sistemáticamente al presupuesto de la Casa del Gran Duque”.
Luc Frieden también afirmó que “en la situación actual, no está prevista legalmente ni la obligación de registrar los obsequios recibidos de los jefes de Estado ni la de registrar los ofrecidos a los jefes de Estado”. Asimismo, prosigue el jefe de Gobierno, “no existe obligación para los miembros del Gobierno de registrar los obsequios de personas o entidades públicas nacionales o extranjeras”, añadiendo que “es preferible no atribuir valor a los obsequios ofrecidos por dignatarios extranjeros, en para evitar comparaciones inapropiadas.
¿Qué dice la ley? “Cuando procedan de personas o entidades públicas (…) podrán aceptarse obsequios y ofertas de atenciones que se dirijan a miembros del gobierno en el ejercicio de sus funciones” (Decreto gran ducal de 14 de marzo de 2022). A menos que estos obsequios “corran el riesgo de influir en los miembros del gobierno” o “puedan influir en su juicio en el contexto de la toma de decisiones”.
Además, si proceden de actores que desarrollan su actividad en un sector competitivo, sólo podrán ser aceptados si “cumplen las normas de cortesía y su valor aproximado no supera los 150 euros”. En caso de duda sobre el valor, cada ministro puede solicitar un presupuesto a la Secretaría General del Consejo de Gobierno.
Todos estos obsequios deberán ser “avisados”, “a partir de un valor de 100 euros”. Corresponde a la secretaría de cada ministro transmitir “trimestralmente” los datos en cuestión al comité de ética.
En el registro de obsequios y ofertas de hospitalidad de miembros del gobierno de 2024, se declararon pocos obsequios. Simplemente nos enteramos, por ejemplo, de que varios ministros recibieron un ramo de flores de la Federación Hortícola Luxemburguesa con motivo de la procesión de San Valentín.
Otros registros de otros años mencionan botellas, bombones o incluso cómics, tarros de mermelada, unas zapatillas o incluso un modelo de avión ofrecido a Xavier Bettel, entonces Primer Ministro, uno de los miembros más mimados del gobierno, con Pierre Gramegna. , entonces Ministro de Finanzas, Lex Delles, Ministro de Clases Medias y Turismo, y Romain Schneider, Ministro de Agricultura, Viticultura y Desarrollo Rural, que recibieron numerosos obsequios para beber y comer. Cada vez por importes estimados en menos de 150 euros.